4 de octubre de 2012

Amigos


Con D. tomo helados y cafés, con T. como bocadillos, con I., R. y S. voy a un japonés infame -eso sí, dan unas toallitas para limpiarse la cara muy esponjosas-, con C. hago planes de vernos que nunca se materializan, con T. juego al tenis, con P. doy catequesis...

Hoy quiero hablar de tres amigos distintos. Nunca les he visto de cerca, ni he hablado con ellos. En cualquier caso, son amigos de verdad. Veo el mundo muchas veces con sus ojos, y le pienso con categorías que son suyas, nuestras. Se trata de Joseph Ratzinger, José Jiménez Lozano y Fiodor Dostoievski. Tres grandes. Recomiendo cualquiera de sus libros, aunque no para ir a ninguna fiesta, claro.

Aquí os dejo un poema de Jiménez Lozano que he releído después de un tiempo. Espero os guste:

El Precio 
Matinales neblinas, tardes rojas,
doradas, noches fulgurantes,
y la llama, la nieve;
canto del cuco, aullar de perros, 
silente luna, grillos, construcciones de escarcha;
amapolas, ancianos y desnudos
árboles de invierno entre la niebla,
los ojos y las manos de los hombres, el amor y la dulzura
de los muslos, de un cabello de plata, o de un color caoba;
historias y relatos, pinturas y una talla. 
Todo esto hay que pagarlo con la muerte.
Quizás no sea tan caro.