16 de febrero de 2017

Momento glorioso


Lo peor que puede hacer un conferenciante algo pesado durante su alocución es dejar caer distraídamente una frase del siguiente tenor: "luego nos detendremos un poco en este punto", "como más tarde explicaré", "como en unos minutos veremos en detalle..."

Este tipo de frases, dichas como quien no quiere la cosa, tienen un efecto devastador en la audiencia. Minan la ya mermada moral del público, que se siente como quien recibe una aguadilla cuando lucha desesperadamente por tomar algo de aire.

Y el pensamiento universal que reina en el auditorio, siempre y sin excepción, es: "¿Luego? No me jodas".

La próxima vez que lo escuches, espero que por lo menos este post te arranque una sonrisa. Y a pechar con el pesado.

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