Esta Semana Santa estuve de viaje en Portugal con unos amigos. Se abrió un grupo de wasap, al efecto de compartir fotos y comentarios entre los que fuimos y quienes se quedaron en casa. No me metieron en el grupo. Y oye, en lugar de enfadarme (¡me ignoran! ¡no cuentan conmigo!), me alegré enormemente. Me callé como un muerto, no fueran a darse cuenta del olvido y a meterme. (Salir de un grupo de wasap de amigos es realmente jodido, es como una ofensa al sentido de la amistad.)
Conclusión: me gusta estar solo. No siempre, claro; pero a veces sí. Y en esta sociedad del coleguismo, el jajismo, el buenrollismo, y la omnipresente presencia de amigos y conocidos a través de las redes, cada vez resulta más complicado.
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En la cola del Mercadona, un señor da su DNI a la cajera y deletrea: T de torrezno. Al tío le traicionó su subconsciente...
1 comentario:
Juanxo:
El tío del Mercadona es un auténtico fenómeno. La próxima vez, hazte un selfie con él y lo compartes en el blog.
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