11 de febrero de 2023

Quitárnoslo de encima

 


Al terminar la primera clase se acercaron sonrientes a la tarima.

- Hola Juan. ¿Cuándo podemos entregar el trabajo que tenemos que hacer este cuatrimestre?

“Qué chicos tan aplicados…”, pensé sorprendido. Poco me duró el lirio, ya que enseguida uno de ellos aclaró:

- Nos gustaría quitárnoslo de encima cuanto antes.

Respondí como pude y me encaminé hacia mi despacho entre desanimado y divertido. Quitárnoslo de encima. Cuanto antes. Esa es la actitud, sí señor.

Uno se quita de encima un resfriado, un moscón, un vecino parlanchín e inoportuno. Vale. Pero una práctica de clase diseñada para ayudarte a aprender no es ninguna de estas cosas. No es un marrón. Es una oportunidad de crecer, de dar un pasito hacia donde quieres estar en el futuro. Vale que te puede dar pereza. Que te puede venir mal. Que te puede apetecer menos que mirar Tiktok. Pero macho, cuando uno va a la universidad debería entender que no está allí para quitarse cosas de encima, sino para disfrutar de un proceso de aprendizaje que requiere esfuerzo e ilusión.

De todas formas, lo de quitarse cosas de encima no es una actitud exclusiva de estudiantes prácticos. A todos nos pasa. Cuando afrontamos desafíos difíciles en nuestra profesión o nuestra vida personal, siempre tenemos esa tendencia a ponernos en “modo-marrón”.

Este modo activa una serie de reacciones psicológicas que podemos describir esquemáticamente así: “Oh cielos. Menudo marrón. Por qué me habrá caído a mí. Vamos a terminarlo rápido. Qué estrés, hija. En unas horas o días habrá pasado. Y entonces podré irme a descansar al chalet, y olvidarme de este asunto para siempre”. El problema del modo-marrón es que nos bloquea para disfrutar y crecer. Adoptamos actitudes defensivas, agarrotadas y reactivas, que se traducen en ansiedad y huidas hacia delante. Y no disfrutamos del camino.

En lugar del “márron-mode” recomiendo ejercitarse en el “growing mode”, que intenta ver en las dificultades oportunidades de crecimiento. “Guau. Menudo reto. Si me ha tocado a mí será por algo. Tengo estrés y ansiedad, pero qué quieres. Voy a sacar esto con calma y con cabeza, sin huir mentalmente al pasado ni al futuro. No pain no gain: que se lo pregunten a los que hacen pesas en los gimnasios. Y cuando lo termine bien, me tomaré un mojito en el chalet para celebrar que lo he conseguido”.

Seamos realistas. Todos tendemos a afrontar los desafíos en modo-marrón, de forma reactiva. Lo bueno es que podemos entrenarnos para acoger las dificultades de otra manera, más creativa e inteligente. El primer paso, aquí sí, pasa por quitarnos el modo-marrón de encima cuanto antes.