Todavía asociamos el éxito a la competición, al triunfo personal, a los negocios, a la autoafirmación individual. En fin, a los resultados que pueden verse en una cuenta corriente. No hay más que ver los resultados que nos ofrece google si buscamos imágenes de "éxito".
Quién sabe, quizá dentro de unas décadas las búsquedas de la palabra "éxito" estén asociadas en los buscadores a imágenes de familias, jóvenes cuidando ancianos, o personas cooperando en lugar de compitiendo. Son actitudes que no se escriben en el CV, no tienen reflejo económico directo, no se pueden contar. Pero que, si somos sinceros, son las que realmente cuentan.
Pues de nosotros depende. No envidiemos a fracasados, por mucho BMW que conduzcan.
1 comentario:
Elogio del éxito intangible, al fin y al cabo, su verdadera esencia. Menos BMW y mas cabeza. Muy buena Juan! Un saludo!
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