19 de agosto de 2007

Blasfemar


La semana pasada volvía a ser noticia el enésimo artista desinhibido, progresista y trasgresor, que utilizaba para sus obras símbolos cristianos mezclados con excrementos, orina, y una larga lista más de secreciones y mucosidades que prefiero evitar al lector. Resulta cuanto menos asombroso que este tipo de personajes sigan ocupando espacios en los medios de comunicación, cuando sus principales méritos consisten en despreciar las creencias de sus conciudadanos, sometiéndolas a profanaciones con un dudoso valor artístico.

También empiezan a resultar cansinos los humoristas que hacen blanco de sus dardos las creencias religiosas de los cristianos, los relatos de los evangelios, la figura del Santo Padre, etc. Sus chistes adolecen de una estereotipada banalidad, porque el insulto y el escarnio nunca son creativos. Está claro que reírse de un anciano vestido de blanco no es difícil, máxime si no se contempla su figura con los ojos de la fe. Tampoco exige un alarde de ingenio ridiculizar los milagros del evangelio, o reírse de la presencia de Jesucristo en un trozo de pan. En un mundo secularizado, donde se ha perdido el sentido de lo sagrado, la parodia de estos sentimientos y creencias profundas es muy fácil. Basta con haber visto un rato en acción a Homer Simpson para saber lo sencillo que es reírse de toda costumbre o práctica arraigada y sentida por otra persona. Todo puede ser objeto de mofa y escarnio, menos el aparato de televisión y una cerveza bien fresquita.

Asimismo, el abuso de los símbolos cristianos se extiende en el lenguaje corriente con preocupante rapidez. La blasfemia –en este caso ya de modo casi inconsciente- se escucha por doquier con cualquier motivo: un acceso de ira, un atasco en el coche, o una simple expresión de sorpresa. Sin darnos cuenta muchas veces tenemos en los labios el nombre de Dios, de la Virgen María, o de la Hostia Santa, para desahogarnos con palabras irrespetuosas. Decir una buena palabrota, según en qué ocasión, puede ser un desliz, un derecho, o incluso un deber. Pero no debemos confundir la palabrota o “taco” con la blasfemia: esta última hace referencia a realidades sagradas para otra persona. Palabrotas –cuando toque-, sí; blasfemias, no.

Así pues, se ve que está de moda blasfemar. La blasfemia ha dejado de considerarse una falta de respeto y de educación, para convertirse en un distintivo de independencia, audacia y madurez, y ocasionalmente hasta en un modo de ganarse el pan.

Lo que no alcanzo a comprender es cómo todavía hay gente que considera estas caricaturas de la religión como algo trasgresor, cuando es a lo que se dedican, sin el menor quebradero de cabeza y con un incremento sustancioso de sus cuentas corrientes, tan elevado número de pseudo artistas y pseudo humoristas en nómina. Para llevar a cabo una acción trasgresora tienen que confluir tres elementos: originalidad, desafío a la mentalidad dominante, y cierto riesgo para el trasgresor. Ir al trabajo vestido de torero puede considerarse un acto eminentemente trasgresor: es original, va contra las costumbres extendidas, y acarrea el riesgo perder el empleo. Por el contrario, miccionar en el timbre de la casa de una anciana e indefensa vecina, por muy original y rupturista que pueda ser, no constituye ninguna trasgresión, sino una falta de educación y una imbecilidad. Esto es un poco lo que les pasa a los que se burlan de la religión: no corren ningún riesgo, y su originalidad es más que cuestionable.

Hablaba hace unos años el Cardenal Ratzinger de tres elementos claves para el reverdecimiento de la cultura europea. Uno de ellos era la capacidad de respetar aquello que es sagrado para los otros. Y este respeto es el que no tiene quien blasfema. La persona que no es capaz de respetar una realidad que para otra es sagrada, aunque para ella no signifique nada especial, es alguien extrañamente individualista, obcecado e insolidario. Aquel que se mofa de las creencias más íntimas de los demás padece un extraño enanismo intelectual, que sólo puede explicar un profundo vacío interior.

Es el momento de apagar los micrófonos a aquellos que amparándose en una presunta libertad de expresión se dedican a vivir del insulto y la sátira de las creencias de los demás. Sus bufonadas, símbolo de una postmodernidad decadente y banal, no hacen sino encrespar los ánimos y dividir la sociedad. No estamos necesitados de elementos de desunión, sino de puntos comunes y lugares de encuentro que articulen nuestra convivencia. El respeto hacia lo que es sagrado para otros es el primer presupuesto para un verdadero diálogo y una convivencia pacífica. Pienso que no es mucho pedir.

14 de agosto de 2007

Los riesgos de la comunicación. Dominique Wolton.


Salgo de mi letargo estival para transcribir una reflexión sobre la comunicación entre personas de Dominique Wolton en su libro “Salvemos la comunicación”. Me parece muy interesante…

"Comunicar significa reconocer la necesidad del otro y aceptar el riesgo del fracaso. Por eso, los gatos, los perros y los ordenadores tienen tanto éxito en nuestras sociedades de libertad y soledad. Con ellos, al menos, uno nunca se decepciona. Obedecen, no se rebelan, están ahí cuando uno lo desea, y nos devuelven una imagen halagadora de nosotros mismos. No se corren muchos riesgos. Con los seres humanos, todo es más complicado y arriesgado. No están cuando los esperamos, se resisten, a menudo nos devuelven un aspecto desagradable de nosotros mismos, disponen de autonomía y nos obligan a la modestia".
(Salvemos la comunicación, página 64)

¡Terminad bien el verano!

6 de julio de 2007

Luna de fiesta. José Luis Enicnas

Se trata de una canción muuuu buena. Las fotos son lo de menos. Minimiza la pantalla y déjate llevar

2 de julio de 2007

No acostumbrarse


Igual que se anuncia un coche o un yogur, en una marquesina, la Clínica Crea de reproducción artificial ofrece sus servicios bajo el lema: “calidad en reproducción asistida”. No es un mal lema. Es importante que los productos de esta reproducción sean de calidad… nada de productos defectuosos ni enfermos. “Su hijo será de calidad, no lo dude”.

Bien, pero… ¿existen seres humanos de mayor calidad? ¿a qué cubo de basura irán los embriones que no reúnan las condiciones de calidad que la Clínica Crea determine? Hay que hacer un esfuerzo por no quedarse indiferente ante este tipo de anuncios y mensajes. Mantengamos los sentidos despiertos, y la conciencia en guardia… El ser humano ya está a la venta, ya tiene que pasar controles de calidad para existir (ISO 9000?). Y resulta que es un buen negocio. Aquí espero a algún socialista que piense, como yo, que hay cosas que no pueden entrar en el mercado, por mucho que la gente las demande y sean tremendamente –más de lo que nos creemos- rentables.

(Todo esto recuerda de modo curioso a algunas ideas nazis, pero sin aristas, con música cheel-out, con visos de humanitarismo…)

25 de junio de 2007

Bien por Corporación Dermoestética


Por fin una empresa se decide a cambiar su modo de hacer publicidad, abandonando el modelo de publicidad machista teta-culo-piernas. Corporación Dermoestética ha pasado a anunciarse en la prensa con mujeres guapas que nos cuentan su historia, en vez de hacerlo con ciertos atributos femeninos más propios de revistas pornográficas que del periódico que cada día me llevo a mi casa debajo del brazo.

Ojalá otras muchas empresas se decidan a seguir los pasos de Corporación Dermoestética, yendo contracorriente -en la dirección difícil, como el salmón-, en defensa de la dignidad de la mujer y del hombre. Enhorabuena.

11 de junio de 2007

Limonada y mediasnoches


Muchos se alegran de las recientes noticias, que anuncian el ingreso en prisión de dos ilustres terroristas, de cuyos nombres no me da la gana acordarme. Personalmente, me parece penosa la evidencia de que el principio de la división de poderes, imprescindible para una verdadera democracia, ya no existe en nuestro país. Estos señores (por llamarles de algún modo) van a ir a la cárcel porque al Gobierno le interesa y cuando el Gobierno ha querido. Los jueces han sido, simplemente, la longa manus del Ejecutivo, brazo ejecutor de sus deseos.

Y algunos todavía celebran esta patética farsa con limonada y mediasnoches.

8 de junio de 2007

Acuerdos básicos


Hoy copio una cita de un Catedrático de Derecho Constitucional que me parece muy muy interesante... quizá hasta imprescindible. Mi numen se agosta.


"Toda forma de vida en comunidad presupone un acuerdo en lo fundamental, un conseso sobre aquellas cuestiones que por ser básicas o esenciales para el desarrollo de la vida en común deben de quedar al margen, o por encima, de la inevitable discusión cotidiana. En caso contrario, es decir, cuando todos los días se pone todo a discusión, el resultado es el hastío, la ruina de la empresa común y, en el terreno político, la desintegración.


Ninguna comunidad -ni de dos ni de cuarenta millones de personas- puede soportar la discusión permanente de sus fundamentos0". (J. J. González Encinar)


Pues eso. Así nos luce el pelo...

1 de junio de 2007

Corporación Dermoestética


Por fin una empresa se decide a cambiar su modo de hacer publicidad, abandonando el modelo de publicidad machista teta-culo-piernas. Corporación Dermoestética ha pasado a anunciarse en la prensa con mujeres guapas que nos cuentan su historia, en vez de hacerlo con ciertos atributos femeninos más propios de revistas pornográficas que del periódico que cada día me llevo a mi casa debajo del brazo.

Ojalá otras muchas empresas se decidan a seguir los pasos de Corporación Dermoestética, yendo contracorriente -en la dirección difícil, como el salmón-, en defensa de la dignidad de la mujer y del hombre. Enhorabuena.

23 de mayo de 2007

46 millones de abortos


Leo en la prensa de esta semana que cada año se cometen cuarenta y seis millones de abortos en el mundo. Cada 6 minutos mueren una mujer y quinientos veinticinco niños en el mundo a causa de la práctica del aborto.


Me quedo pensando cómo hemos llegado a esto. Pero pronto se me pasa, y paso a leer en los deportes una entrevista a Samuel Etóo sobre la recta final de la Liga: tema importante donde los haya, como se puede ver. Joder, cuánta razón tenía Stalin cuando dijo que la muerte de un hombre era una tragedia, mientras que la muerte de un millón era sólo una estadística.

20 de mayo de 2007

Un Pingüino en mi ascensor: Tributo a dos grandes.

Este post es un tributo a dos de los grandes: mi hermano mayor, que ayer se examinó de una oposición para la que lleva estudiando dos años largos, y empieza a padecer alopecia, y al Pingüino en mi ascensor, que nunca se vendió a lo comercial, c0n temas tan cantados como Perestroika, Por la mañanita, El Balneario, etc. Sus rimas nos evocan al mejor Calderón o Góngora.

Ahí van tres de sus mejores temas (que espero no me quiten audiencia en el blog)

Jota Jota




Mi café





Tú me induces al mal