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4 de febrero de 2007

Los que no piensan igual


Desde hace algo más de un año vengo escribiendo en este blog. Recibo comentarios de lo más variado, tanto de gente que piensa de modo similar al mío, como de gente que piensa de forma muy distinta (Bruno y el señor Perales merecen una mención honorífica). Es curioso, pero de los que más he aprendido son de los que no piensan como yo. Me obligan a reflexionar más, a poner en duda mis puntos de vista, a repensar mis posiciones, y en ocasiones a rectificar.

Escuchar a las personas que piensan de modo distinto al de uno suele ser enriquecedor. Ya lo decía el Machado: “Busca a tu complementario, que marcha siempre contigo, y suele ser tu contrario”. ¡Qué pena que nuestros políticos se empeñen en despreciar al adversario y en mantener esos diálogos de sordos! ¡Qué triste parodia de la verdadera democracia!

27 de noviembre de 2006

Imperialismo, valores, diálogo.


He leído recientemente un libro titulado "Ideas políticas", escrito en los años sesenta , que recoge el pensamiento del norteamericano Reinhold Niebuhr. Ahí transcribo una cita que me ha gustado mucho y me parece de gran actualidad:

"Una civilización que combate a la barbarie de la tiranía debe reconocer hasta qué punto los propios pecados se acercan a la barbarie del enemigo. Pero debe asimismo conocer hasta qué punto ejerce la custodia de valores que superan en importancia a los pecados de su "imperialismo". Porque de otro modo será entregada por su angustiada conciencia en manos de quienes carecen totalmente de escrúpulos."

Creo que hay temas para el debate...

19 de octubre de 2006

La cuestión del velo islámico


Que se prohíba llevar símbolos religiosos como un crucifico, una sotana, o una camiseta de Mahoma en lugares públicos no me parece razonable. Si un fulano puede llevar una camiseta del Ché Guevara, o un símbolo del yin yan colgado del pecho, ¿por qué otro no va a poder lucir su escapulario de la Virgen?

Asunto distinto, y mucho más complicado, me parece el del velo islámico: ahí hay que preguntarse si el hecho de llevar el velo significa sumisión y discriminación para la mujer (aunque lo lleve libremente). Según la respuesta que se dé a esto, habrá que prohibirlo o respetarlo. Yo creo que sí es un signo de discriminación, pero quizá me equivoque.
Ahora bien, meter todo símbolo religioso en el mismo saco y prohibir su exhibición en lugares públicos, como han hecho en Francia y se está debatiendo en Inglaterra, me parece una soberana exageración: es la miopía del laicismo.

19 de septiembre de 2006

Apoya al Papa


He leído en la prensa todo tipo de cosas sobre el ya famoso discurso de Benedicto XVI en la Universidad de Ratisbona, que ha suscitado una curiosa polémica en torno al Islam.

Copio aquí un extracto de un artículo aparecido hoy en El País, que me ha encantado.

"Muchos creen que el intelectual Benedicto XVI no era consciente de los efectos posibles de su discurso. Puede que sí y pensara que reprimir verdades urgentes sólo favorece a quienes se mecen en la mentira o el miedo. Lamentar los dolores que la verdad produce no significa pedir perdón por expresarla. Ratisbona se perfila ya como el primer gran favor que Benedicto XVI nos hace desde su pontificado a todos, al Islam y a Occidente." H. Tertsch.

¿Tú qué piensas de esta chusca pseudopolémica?

11 de junio de 2006

Coherencia, por favor


SOBRE LA TREGUA CON ETA Y LA GUERRA CIVIL
El otro día leía un artículo muy interesante, que hablando de la paz social, decía que no debemos confundir la justicia con el justicierismo. La justicia admite el perdón; el justicierismo, la revancha. Con justicia se puede llegar a la paz, con justicierismo (ojo por ojo, diente por diente), sólo a un equilibrio de temores.

Dicho esto, con el tema de ETA encima de la mesa, que cada uno piense lo que quiera.

Lo que me extraña es que el Gobierno español haga un llamamiento a mirar al futuro, a la paz social y al perdón mutuo para solventar el grave problema de ETA, a la vez que desentierra los muertos de la guerra civil, con un marcado espíritu revanchista.

Creo que son posturas incongruentes. Oiga usted, o miramos al futuro o miramos al pasado. Pero sostener cosas distintas según la conveniencia electoral, es un grave error. Sólo demuestra un claro interés partidista, que cambia de criterio según por donde venga el aire. Un poco de coherencia, por favor.

6 de junio de 2006

Tantas veces...

¡Tantas veces lo importante no es saber, sino tener el teléfono del que sabe!

30 de abril de 2006

I love Jinah because


Arriba a la derecha tienes un botón que te permite pasar a otros bloggs, al azar... supongo que por si yo te aburro mucho, o no tienes otra cosa que hacer. De vez en cuando está bien, ves blogs de todo tipo de gente, en todo tipo de idiomas.

El otro día me encontré con uno muy fresco (en el mejor sentido de la palabra). Os invito a visitarlo. Ahí va la dirección: http://ilovebecause.blogspot.com/. Ojalá todos, cada día, buscáramos esos motivos para ver la vida con ojos nuevos, para no perdernos los pequeños detalles, que como los taninos del buen vino le dan a la vida un sabor incomparable.

29 de abril de 2006

Por favor, no nos ayuden tanto


Hay algo muy importante en esta vida: saber en cada momento qué es lo que se espera de uno. Esto ayuda a no “sobreactuar”, a no excederse, extralimitarse, etc. ¿Nunca habéis tenido que decirle a alguien, algo pelma: “por favor, no me ayudes tanto”?

Creo que el Ejecutivo español tiene algo desenfocada esta cuestión. Piensa que los poderes públicos son los garantes de la felicidad personal. Piensa que un Gobierno ha de ser el libertador de las personas, el garante de la alegría, el catalizador del júbilo general. Su misión sería así la de crear ciudadanos felices, regulando para ello, si es preciso, hasta las esferas más recónditas de las conciencias. Y por ello, sobreactúa, se excede y se extralimita, politizando cuestiones que no son propias de la pugna política, como la educación, la sexualidad, la religión, el matrimonio, etc.

El cardenal Ratzinger escribía en una ocasión: “No es misión del Estado traer la felicidad a la humanidad. Ni es competencia suya crear hombres nuevos, ni tampoco es cometido del Estado convertir el mundo y la Historia en un paraíso. Por eso, cuando lo intenta, lo absolutiza y traspasa sus límites”.

Pues eso. Limítense a garantizar una esfera pública respetuosa con todos, y dejen que en la vida privada cada uno haga lo que quiera… ¿O es que tienen miedo a la libertad y a la diversidad?