27 de noviembre de 2015

No pudo ser



Suena el teléfono.
- Oye, soy yo.
- Dime.
- ¿Con 50 euros bastará?
Segundos de silencio incómodo. Dame más pistas...
- Perdona, no sé quién eres.
(Responder la pregunta, aun cuando el tema estaba al 50%, era demasiado arriesgado).