26 de diciembre de 2007

La pana se vuelve a llevar





Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar. Pasar haciendo camino, camino sobre la mar.

Pero… realmente… ¿todo pasa? No. La pana, no pasa. La pana permanece, vuelve y revuelve.

Tras un verano de blusas y bermudas, tras los tejidos ligeros de usar y tirar, tras el imperio del hilo y del lino, que es hortera pero fresco, llegan las primeras nubes, los primeros estornudos, el primer frenadol fugitivo en la cocina a media tarde, con el carrusel deportivo sonando olvidado en el cuarto de estar.

Y bajan del altillo las bolsas de plástico con la ropa de invierno. Septiembre que envejece con olor a naftalina. Y uno va recordando el tacto de esta prenda, el calor de esa otra, el color y el olor de la entrañable bufanda.

De pronto aparecen los pantalones de pana. Son unos pantalones que heredamos de aquel primo –nadie compró nunca un pantalón de pana-, abrigados, confortables, siempre con un aire de prenda algo anticuada. Se trata esa de pana gruesa con olor a Pirineo, nada de posmodernas adaptaciones decadentes, de una pana finita con forma de vaquero. No. Es pana de pastor, de anochecida ante una hoguera: gruesos, del color del otoño. Marrones, verdes botella, color vino. La pana es como el vino, mejora con el tiempo. Y hay que llevarlos holgados, anchos, largos de tiro.

Va pasando el invierno sin ponernos el pantalón de pana. Nunca parece el momento adecuado. Siempre encontramos prendas más adecuadas, más alegres, más a la moda. El pantalón de pana no se queja, no reivindica. Conoce su papel a la perfección, no duda de su victoria (es un superviviente nato del devenir de la moda). Porque tres, sólo tres, son los momentos del año en que todo buen español debe llevar enfundado un pantalón de pana, a ser posible gastadito: al hacer una chapucilla en casa un domingo de lluvia por la tarde; al salir al monte a coger setas, con una bota de vino bajo el brazo; y al montar el belén. Debería prohibirse montar el belén –corcho, musgo y figuritas- sin un pantalón de pana.

Y así pasa la vida, serena, cíclica. A un pantalón de pana le sucede otro. Un día, le regalamos un pantalón de pana a un hijo, a un nieto. No parece un buen regalo, no brilla, no es delicuescente. El receptor nunca está preparado para percibir la grandeza del momento. Sólo muchos años después, en un recodo de la vida, descubrirá paulatinamente que aquel regalo, aquel lejano primer pantalón de pana, fue tarea, encomienda y vocación. Fue el vínculo que le unió con sus ancestros. Fue símbolo y testigo de toda una estirpe.

Definitivamente, la pana se vuelve a llevar.

18 de diciembre de 2007

Un pensamiento sobre el Cambio Climático





Estoy un poco harto del tema del cambio climático. Y creo que esto no ha hecho más que empezar. En cualquier momento se empezarán a constituir comités contra el cambio climático, que juzgarán sin piedad a los ciudadanos insolidarios, ecodelincuentes, que no tengan cuatro o cinco bolsas de basura de distintos colores en su casa para reciclar envases, pilas, plásticos, compresas, residuos orgánicos, huesos de aceituna. Todo profundamente profiláctico y enfiteútico. Mientras tanto, se rompen un 70% más de los matrimonios –lágrimas, depresiones, traumas, ansiedad... vidas con heridas difíciles de restañar-, y a nadie parece importarle. Repiten curso casi la mitad de los niños de 15 años, y la noticia se la lleva el viento de la actualidad y nos quedamos como si cualquier cosa –eso quien no tiene en su casa un sujeto que responde a esas características, todo sea dicho.

Sin embargo, quiero romper una lanza en favor de este reiterado debate sobre el cambio climático, y una de las bases en las que se fundamenta. Se trata de la evidencia de que el empleo irresponsable de la ciencia e industrias humanas puede dañar de modo irreversible la naturaleza, y volverse contra el propio ser humano. Esta idea, cuya difusión a escala planetaria hay que agradecérsela a Al Gore, desafía ese otro dogma del cientificismo que sostiene que todo progreso científico es un progreso humano, y que todo lo que puede hacerse, debe hacerse. Pues oiga, no. A lo mejor no es bueno realizar una explotación agraria irresponsable, por ventajosa que económicamente pueda resultar; a lo mejor es desaconsejable consumir ciertos productos altamente contaminantes, por eficientes que a corto plazo sean; a lo mejor es preciso no investigar en ciertas líneas de trabajo que atentan contra la vida de los embriones, por exitoso que pudiera ser –que por cierto, todavía no lo ha sido nunca.

Así que eso. Que aunque todo el paroxismo que está desatando el asunto del cambio climático, verdadera katarsis del discurso políticamente correcto, me pone un poco negro, algo interesante podemos sacar de ahí. La abolición del hombre llevó inexorablemente al abuso de la naturaleza. Quizá un amor renovado por ésta sea el primer paso para devolver al hombre –a cada hombre- al lugar que ecológicamente le corresponde.

Hoy brindo, con reservas, por Al Gore.
Pospongo el tema de los pantalones de pana... lo bueno se hace esperar!

11 de diciembre de 2007

La vía retronasal



La última nota en la cata de un vino es la vía retronasal: es la estela que el vino deja en la garganta, en la nariz, en el corazón. Un vino se juega muchas cosas en el retronasal: su honradez, su dulzura, su nobleza, su recuerdo. Pero no sólo el vino tiene su retronasal. Todas las cosas tienen su regustillo, su eco, que hay que aprender a escuchar.

Las prisas de esta sociedad muchas veces nos impiden atender a la vía retronasal de nuestras vivencias. Nos abalanzamos sobre las cosas con fruición, y cuando terminamos una ocupación nos zambullimos en otra sin solución de continuidad. Si al terminar un libro abrimos inmediatamente el siguiente; si apenas hemos acabado un trabajo ya estamos acometiendo otro; si al dejar una relación estrenamos otra al instante... nunca escucharemos el eco que todas estas cosas dejan en nuestro interior. Nada sedimentará en nuestra vida, y nos quedaremos con las manos vacías.
No obturemos, esclavos de las prisas, la vía retronasal. Al cabo del tiempo, sólo nos quedarán las vivencias cuya resonancia hayamos dejado retumbar en los adentros, aquellas que hayamos aprendido a escuchar en nuestro corazón.
(El próximo día trataremos de ese fiel compañero de camino que es el pantalón de pana. Se agradecen todo tipo de experiencias y testimonios)

28 de noviembre de 2007

Limpiarse los zapatos



Cuando uno decide limpiarse los zapatos, siempre tiene que posponer ocupaciones más premiosas. Pero no lo olvidemos, es una de las tareas más gratificantes de la jornada. Uno se remanga la camisa, e introduce la mano en el interior del zapato, parsimoniosamente, despaciosamente. La palma de la mano reconoce a la perfección el propio zapato –formas, textura, calor-, y se encuentra allí como en casa –extremo que evidentemente nunca ocurre si el zapato pertenece a otro titular.

Es preciso aplicar bien el betún –siempre de lata o frasco, nada de inventos integrados postmodernos como Kiwi o Kanfort-, distribuirlo en porciones adecuadas, evitando mancharse la muñeca. Siempre el empeine es la parte más agradecida, mientras que el talón se resiste un poco, debido a su pronunciada convexidad. Por esto el talón siempre se deja para el final.

Es en este preciso momento, terminando el primer zapato, cuando el aroma del betún nos transporta a otra realidad, más genuina, natural, campera. Todos tenemos antepasados curtidores, ganaderos, marinos o mineros, cuyos idus parecen insinuarse ahora en nuestro espíritu, conjurados por ese cálido olor a pez. Es un instante de contacto quasisacerdotal con nuestra estirpe toda.
Finalmente, el cepillado nos devuelve a la realidad. Roto el hechizo del rito por los rápidos movimientos del cepillo, ya posamos nuestros pensamientos en la próxima ocupación, y las prisas paulatinamente regresan a nuestra jornada. Se colocan los zapatos en un lugar discreto del cuarto de baño con una serena satisfacción, y mientras nos limpiamos las manos con algo de jabón, sabemos que el día que amanezcamos difuntos, nos gustaría tener un par de zapatos fieles, recién limpiados la noche anterior, que nos esperen para llevarlos por toda la eternidad.
Próxima entrada sobre: la vía retronasal, clave en la lucha contra el stress (si alguien tiene y quiere aportar ideas, serán muy bienvenidas)

26 de noviembre de 2007

Argumentos, mitos e interrogantes sobre el dinero de la Iglesia

Copio una lista de argumentos interesantes sobre los dineros de la Iglesia... por si son de interés.



(vídeo promocional que ha publicado la Conferencia Episcopal Española)

Desde el 1 de enero de 2007, la Iglesia Católica sólo percibe del Estado español lo que los contribuyentes deciden a través de su asignación tributaria. Todavía hoy en España circulan muchos mitos sobre los dineros de la Iglesia. Unos por desconocimiento, otros simplemente por prejuicios. Veamos algunos ejemplos:

1. "La Iglesia es una institución con rnucho poder y dinero”. FALSO. La Iglesia católica en España, desde el punto de vista civil no es una institución o un holding cuya cabeza es la Conferencia Episcopal. La Iglesia se concreta en 69 diócesis, 22.700 parroquias, etc. Cada entidad goza del la autonomía que le confiere el derecho canónico y, en consecuencia, no se puede hablar de una organización económica única.

2. "El Estado financia a la Iglesia miles de millones de euros, una cantidad enorme". FALSO. La única cantidad que recibió la Iglesia para su sostenimiento en 2006, fueron 144 millones de euros. Si esa cantidad la comparamos con los 20.000 sacerdotes y las 22.700 parroquias, apenas saldría para pagar el recibo de la luz y unos 300 euros/mes por sacerdote.

3. "El Estado subvenciona o regala a la iglesia 3.000 millones de euros para sus colegios". FALSO. El dinero que aquí se menciona corresponde a los conciertos educativos. Es decir, al dinero destinado para que los padres puedan ejercer su derecho a la libertad de enseñanza. Ese dinero, recibido por los colegios, cubre escasamente el sueldo de los profesores de los centros. En realidad, son los colegios de la Iglesia los que ahorran, a día de hoy, más de 3.000 millones de euros a la Administración Pública, ya que esta destina para cada niño escolarizado en un centro concertado la mitad de dinero que en un colegio público.

4. "La Iglesia no rinde cuentas a nadie". FALSO. Todos los años, la Conferencia Episcopal remite a la Dirección General de Asuntos Religiosos una memoria de 300 páginas donde se detallan uno a uno el total de los movimientos económicos realizados con el dinero recibido.

5. "La Iglesia mantiene grandes privilegios fiscales". FALSO. El régimen fiscal previsto en la Ley 49/2002 para las entidades no lucrativas de nuestro país superó ampliamente el régimen acordado para la Iglesia en 1979. En consecuencia, podemos afirmar que las entidades de la Iglesia tienen, en un 99%, el mismo régimen fiscal que cualquier fundación, la ONCE, la Cruz Roja, etc.

6. ¿Porqué un Estado laico tiene que colaborar con la Iglesia en su financiación? Hay muchas razones. Al margen de las motislaciones históricas (desamortizaciones del siglo XIX), la demanda de servicios religiosos en España (cerca de 8:millones de ciudadanos acuden a misa cada domingo), justifica por si misma la colaboración del Estado, que debe atender a los requerimientos de los ciudadanos.

7. "La Iglesia sería más libre si renunciara a toda ayuda estatal". FALSO. Como hemos comentado antes, el hecho de que el Estado financie o colabore con un actividad no debe significar nunca una relación de dependencia con la Administración. El Estado está al servicio de todos los ciudadanos y debe colaborar en el desarrollo integral de la persona en sus múltiples dimensiones. Esto es lo que justifica, entre otras, la atención a la dimensión cultural, (cine, teatro, museos, bibliotecas, arte..), deportiva y por supuesto su dimensión trascendente.

8. "Yo estoy dispuesto a colaborar con la obra social de la Iglesia, pero no con su Jerarquía ni con el mantenimiento de los curas". Quien así opina desconoce lo que es la Iglesia. Es cierto que la Iglesia en España despliega una importantísima obra social. Hay más de 3.500 centros asistenciales donde son asistidas más de 2.500.000 personas cada año. Especial mención merece la actividad con aquellos más necesitados (enfermos de sida, presidiarios, emigrantes, sin recursos, etc.), contando con más de 60.000 voluntarios en Caritas. Pero toda esa actividad, muy valorada por toda la sociedad, no nace por generación espontánea. Los que desarrollan esta actividad han recibido previamente el anuncio de la Buena Noticia de Cristo Resucitado, a través de una predicación en la Iglesia y viven y alimentan su fe en la Iglesia. Han aprendido que Dios les ama y que les propone darse a los demás, descubrir que en el prójimo está el rostro de Cristo. No se puede desligar la actividad asistencial de la actividad evangélica y litúrgica de la Iglesia.

9. "Los curas viven muy bien". FALSO. Sobre este asunto también hay una grave confusión. Los sacerdotes, con carácter general, tienen una retribución que oscila entre los 600 y 850 euros al mes. Cotizan por el salario mínimo y a la hora de la jubilación perciben de la Seguridad Social la pensión mínima. Algunos disponen de vivienda parroquial, no siempre en buenas condiciones y en general, no se puede afirmar que tengan un nivel de vida por encima de la media.

10. "La Iglesia tiene mucho dinero en bolsa. ¿No dice que es pobre? ¿Por qué no lo da a los más necesitados?". Entre 40.000 entidades es lógico que haya dinero invertido, pero no son sobrantes. Se trataa de fondos procedentes de herencias, donaciones y fundaciones con fines propios y cuyos rendimientos financian de manera permanente actividades como educación, formación sacerdotal, desarrollo asistencial... Dichas actividades dependen de la permanencia de esos fondos y de su adecuada gestión, profesional, conservadora del capital y con criterios éticos.

Fernando Giménez Barriocanal

20 de noviembre de 2007

Una uña en el pasillo


Se trata de un drama cotidiano.
A todos nos ha pasado. ¿Será una pajita? ¿Un palo? Y uno se agacha ingenuamente para retirar ese pequeño resto blanco que ocupa intrusamente el centro de nuestro pasillo. Es a mitad de descenso cuando uno constata, no sin cierta repugnancia, que está ante un ejemplar de uña perfectamente recortada por humanos dientes caninos. Uña perfecta, cuarto creciente. Como la jodida sonrisa del gato en Alicia el país de las Maravillas. En ese momento la confusión nos turba, siempre. Nuestro intelecto busca responsables, y ante la imposibilidad de hallarlos con certeza, siempre se opta por una de las dos siguientes actitudes. Siempre. Da igual la latitud y la cultura: pocas veces ha existido tal unanimidad intercultural en la respuesta ante el mismo fenómeno. En la milenaria historia de los hombres hay, como hemos dicho, sólo dos elecciones posibles. Se puede, en primer lugar, recoger la uña y lanzarla por la primera ventana abierta que uno encuentra –procurando pensar en otra cosa que nos distraiga del contenido asco que la uña mordida nos produce-. La otra opción consiste en darle una discreta patadita que deposite la uña a un lado de nuestro camino, confiando en no volver a encontrarnos con ella nunca más, e intentando –sin éxito habitualmente- desechar ese sentimiento de culpa que nos embarga al remover esa desasosegante presencia con una patada.

Así son las cosas.
Por favor, todo el que pueda añadir algo a esta entrada (experiencias, testimonios) que no deje de hacerlo. Me gustaría que este post se convirtiera en un THINK TANK sobre el particular.

3 de noviembre de 2007

La nueva BABY DOWN


Súper juguete y Juguetes Ferre han presentado recientemente su nuevo producto Baby Down, una muñeca con los rasgos de una niña con el síndrome de Down. Uno no sabe si pensar que estos señores se han vuelto locos, o si son de los pocos individuos cuerdos de nuestra sociedad.

Mientras la gran mayoría nos afanamos por construir nuestra imagen personal perfecta (cirugías estéticas, gimnasios, clínicas de adelgazamiento, lentillas de colores y tintes capilares), estas industrias jugueteras alicantinas nos recuerdan una idea fundamental: no nos harán más felices unos bíceps lustrosos ni unas piernas vertiginosas, sino el crecimiento en nuestra capacidad de dar y recibir cariño gratuitamente, y el valor de aceptar a los demás tal y como son, con sus virtudes y sus defectos. Y en estas virtudes tienen un doctorado los niños con síndrome de Down: quien ha tenido uno cerca lo sabe bien. Esos niños sí que tienen mucho que enseñarnos. Ellos todavía pueden sacarnos de esta pesadilla de consumo, velocidad y desesperación en la que la que nos hemos metido y de la que no sabemos cómo despertar.

Enhorabuena pues a esos fabricantes de juguetes. Ojalá que muchos adultos nos decidamos a comprar una “baby down”.

29 de octubre de 2007

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Esta entrada está dedicada a mi hermano Luis


Bonito número primo, lleno de simetrías: es capicúa (se lee igual de izquierda a derecha que de derecha a izquierda), es un ambigrama (se ve igual si se gira 180 grados) y tiene simetría especular (se lee igual frente a un espejo).
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22 de octubre de 2007

Madrugar... para montar en zapatocleta


Hay un tipo de madrugada que sienta bien al espíritu: aquella impuesta por la práctica de algún deporte o afición. Madrugar para ir al trabajo, madrugar para cambiar los pañales a un hijo, no dejan de ser necesarios ejercicios de estoicismo que se asumen con la mejor cara que se puede. Incluso uno puede hacerlo a gusto, aunque protesten todas las fibras del organismo, que siempre exigen un tiempo suplementario en postura horizontal.

Sin embargo, cuando se madruga para ir a pescar, para salir al monte, o para cazar, esas mismas fibras, aun protestando con la boca pequeña, se acompasan a la vibración del espíritu. El sueño se va despegando del cuerpo, poco a poco, pero esa sensación que en un día de diario resulta odiosa, uno de estos días de asueto y afición, resulta hasta placentera. El propio cuerpo escucha la promesa de esparcimiento, de diversión y de gozo, y acepta, aún a regañadientes, el sacrificio de levantarse antes del alba.

Y uno sale a la calle, y el relente de la mañana y la emoción contenida van disipando las brumas del sueño. El primer bocado devuelve la tonicidad a los músculos. Y la alegría de sorprender a las cosas mientras duermen, al menos por un día, y observar su lento y perezoso despertar -¡secreta venganza!-, ensancha el alma.

15 de octubre de 2007

Nuestro chulo


Lewis Hamilton me cae mal. Ojalá no gane el Mundial de F1. Me parece un chulo, un bocazas, un creído y un niñato. Ojalá Fernando Alonso le calle la boca en Brasil este fin de semana. Lo cierto es que Alonso nunca ha sido santo de mi devoción. Me parecía un chulo, un bocazas, un creído y un niñato... Vamos, lo mismo que Hamilton. Pero claro, puestos a que gane un chulo prefiero que lo haga el nuestro, ¿no?

Me sucece lo mismo que a Roosevelt respecto del dictador de Nicaragua Somoza García, dictador apoyado desde USA. Cuando algunos de sus colaboradores advertían al presidente norteamericano de que Somoza era un hijo de puta, Roosevelt contestaba impertérrito: "Sí, pero es nuestro hijo de puta". (perdón por los tacos, pero es lo que el hombre decía)


Pues eso. Que ojalá gane nuestro chulo.

28 de septiembre de 2007

Cuento de la cigarra y la hormiga



Muuuuy bueno.

Versión clásica del cuento

La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el invierno.
La cigarra piensa que la hormiga es tonta y se pasa el verano riendo, bailando y jugando.
Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita donde tiene todo lo que le hace falta hasta la primavera.
La cigarra, tiritando, sin comida y sin cobijo, muere de frío.
Fin

Versión española
La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante.
Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el invierno. La cigarra piensa que la hormiga es tonta y se pasa el verano riendo, bailando y jugando.
Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su casita donde tiene de todo lo que le hace falta hasta la primavera.
La cigarra tiritando organiza una rueda de prensa en la que se pregunta por qué la hormiga tiene derecho a vivienda y comida cuando quiere, cuando hay otros, con menos suerte que ella, que tienen frío y hambre.
Telecinco, Antena 3 y la Cuatro organizan un programa en vivo en el que la cigarra sale pasando frío y calamidades y a la vez muestran extractos del video de la hormiga bien calentita en su casa y con la mesa llena de comida.
Los españoles se sorprenden de que en un país tan moderno como el suyo dejen sufrir a la pobre cigarra mientras que hay otros que viven en la abundancia. Todas las televisiones ponen a parir a la hormiga, las asociaciones contra la pobreza y de actores se manifiestan delante de la casa de la hormiga. La SGAE propone una tasa más en los DVD.
Iñaki Gabilondo organiza una serie de artículos en los que cuestiona cómo la hormiga se ha enriquecido a espaldas de la cigarra e insta al gobierno a que aumente los impuestos de la hormiga de forma que aquellas puedan vivir mejor.
Respondiendo a las encuestas de opinión, el gobierno elabora una ley sobre la igualdad económica, una ley sobre el matrimonio homosexual entre cigarras y una ley con carácter retroactivo de antidiscriminación.
Los impuestos de la hormiga han aumentado y además le llega una multa por no contratar a la cigarra como ayudante en verano. Las autoridades embargan la casa de la hormiga, ya que no tiene suficiente dinero para pagar la multa ni los impuestos. La hormiga se va de España y se instala con éxito en Suiza creando una fortuna.
Telecinco hace un reportaje con matamoros donde sale la cigarra con sobrepeso, ya que se ha comido casi todo lo que había mucho antes de que llegue la primavera. La antigua casa de la hormiga se convierte en albergue social para cigarras y se deteriora al no hacer su inquilino nada para mantenerla en buen estado. Al gobierno se le reprocha no poner los medios necesarios.
Una comisión de investigación que costará 10 millones de euros se pone en marcha.
Entre tanto la cigarra muere de una sobredosis. La SER, la Cuatro y TVE critican el fracaso del gobierno anterior para intentar corregir el problema de las desigualdades sociales.
La casa es okupada por una banda de arañas lesbianas.
El gobierno se felicita por la diversidad cultural de España.

Fin

25 de septiembre de 2007

Rupturas matrimoniales


Tras la ventana contemplaba su caminar cadencioso, decidido, mientras se alejaba. No miró atrás, nunca lo hacía, hubiera sido decepcionante. Entre los añicos de la quinta vajilla más frágil que su carácter, encendí la televisión con la difusa esperanza de escuchar algo que me levantara el ánimo. Pasé la tarde barriendo y fregando, con el sordo ruido de la televisión como única música de mis cavilaciones. Cené indigestas salchichas de Óscar Mayer, frías. Cuando sonó el teléfono -sólo podía ser ella- lo machaqué con mi bate de baseball de los NY Lions, frenéticamente, fuera de mí.

Tres minutos más tarde, entraba de nuevo por la puerta. Buenas noches, cariño. Recogió canturreando los restos del teléfono, el quinto ya, y nos fuimos a dormir.

18 de septiembre de 2007

¿Laicidad o laicismo?


Algunas voces se alzan desde ciertas tribunas pidiendo que los templos se construyan en España con dinero privado de las personas que quieran participar de ese culto. Que los cristianos paguen las iglesias, y los musulmanes las mezquitas, se exige. ¿Y por qué?

Yo no juego al baloncesto, pero con mis impuestos se pagan canchas públicas de baloncesto... Yo no voy al teatro, no corro carreras populares, no voy a festivales en Benicasim, ni a exposiciones de arte persa, pero con mis impuestos se sufragan parte de sus gastos... Pero lo entiendo y no me quejo. Vivimos en un Estado social.


Lo que no entiendo es: ¿Por qué sí han de apoyarse con fondos públicos manifestaciones deportivas, musicales, culturales o de ocio, y no manifestaciones religiosas? ¿Es esto igualdad? ¿Estamos ante una sana laicidad, o ante un agresivo laicismo?

19 de agosto de 2007

Blasfemar


La semana pasada volvía a ser noticia el enésimo artista desinhibido, progresista y trasgresor, que utilizaba para sus obras símbolos cristianos mezclados con excrementos, orina, y una larga lista más de secreciones y mucosidades que prefiero evitar al lector. Resulta cuanto menos asombroso que este tipo de personajes sigan ocupando espacios en los medios de comunicación, cuando sus principales méritos consisten en despreciar las creencias de sus conciudadanos, sometiéndolas a profanaciones con un dudoso valor artístico.

También empiezan a resultar cansinos los humoristas que hacen blanco de sus dardos las creencias religiosas de los cristianos, los relatos de los evangelios, la figura del Santo Padre, etc. Sus chistes adolecen de una estereotipada banalidad, porque el insulto y el escarnio nunca son creativos. Está claro que reírse de un anciano vestido de blanco no es difícil, máxime si no se contempla su figura con los ojos de la fe. Tampoco exige un alarde de ingenio ridiculizar los milagros del evangelio, o reírse de la presencia de Jesucristo en un trozo de pan. En un mundo secularizado, donde se ha perdido el sentido de lo sagrado, la parodia de estos sentimientos y creencias profundas es muy fácil. Basta con haber visto un rato en acción a Homer Simpson para saber lo sencillo que es reírse de toda costumbre o práctica arraigada y sentida por otra persona. Todo puede ser objeto de mofa y escarnio, menos el aparato de televisión y una cerveza bien fresquita.

Asimismo, el abuso de los símbolos cristianos se extiende en el lenguaje corriente con preocupante rapidez. La blasfemia –en este caso ya de modo casi inconsciente- se escucha por doquier con cualquier motivo: un acceso de ira, un atasco en el coche, o una simple expresión de sorpresa. Sin darnos cuenta muchas veces tenemos en los labios el nombre de Dios, de la Virgen María, o de la Hostia Santa, para desahogarnos con palabras irrespetuosas. Decir una buena palabrota, según en qué ocasión, puede ser un desliz, un derecho, o incluso un deber. Pero no debemos confundir la palabrota o “taco” con la blasfemia: esta última hace referencia a realidades sagradas para otra persona. Palabrotas –cuando toque-, sí; blasfemias, no.

Así pues, se ve que está de moda blasfemar. La blasfemia ha dejado de considerarse una falta de respeto y de educación, para convertirse en un distintivo de independencia, audacia y madurez, y ocasionalmente hasta en un modo de ganarse el pan.

Lo que no alcanzo a comprender es cómo todavía hay gente que considera estas caricaturas de la religión como algo trasgresor, cuando es a lo que se dedican, sin el menor quebradero de cabeza y con un incremento sustancioso de sus cuentas corrientes, tan elevado número de pseudo artistas y pseudo humoristas en nómina. Para llevar a cabo una acción trasgresora tienen que confluir tres elementos: originalidad, desafío a la mentalidad dominante, y cierto riesgo para el trasgresor. Ir al trabajo vestido de torero puede considerarse un acto eminentemente trasgresor: es original, va contra las costumbres extendidas, y acarrea el riesgo perder el empleo. Por el contrario, miccionar en el timbre de la casa de una anciana e indefensa vecina, por muy original y rupturista que pueda ser, no constituye ninguna trasgresión, sino una falta de educación y una imbecilidad. Esto es un poco lo que les pasa a los que se burlan de la religión: no corren ningún riesgo, y su originalidad es más que cuestionable.

Hablaba hace unos años el Cardenal Ratzinger de tres elementos claves para el reverdecimiento de la cultura europea. Uno de ellos era la capacidad de respetar aquello que es sagrado para los otros. Y este respeto es el que no tiene quien blasfema. La persona que no es capaz de respetar una realidad que para otra es sagrada, aunque para ella no signifique nada especial, es alguien extrañamente individualista, obcecado e insolidario. Aquel que se mofa de las creencias más íntimas de los demás padece un extraño enanismo intelectual, que sólo puede explicar un profundo vacío interior.

Es el momento de apagar los micrófonos a aquellos que amparándose en una presunta libertad de expresión se dedican a vivir del insulto y la sátira de las creencias de los demás. Sus bufonadas, símbolo de una postmodernidad decadente y banal, no hacen sino encrespar los ánimos y dividir la sociedad. No estamos necesitados de elementos de desunión, sino de puntos comunes y lugares de encuentro que articulen nuestra convivencia. El respeto hacia lo que es sagrado para otros es el primer presupuesto para un verdadero diálogo y una convivencia pacífica. Pienso que no es mucho pedir.

14 de agosto de 2007

Los riesgos de la comunicación. Dominique Wolton.


Salgo de mi letargo estival para transcribir una reflexión sobre la comunicación entre personas de Dominique Wolton en su libro “Salvemos la comunicación”. Me parece muy interesante…

"Comunicar significa reconocer la necesidad del otro y aceptar el riesgo del fracaso. Por eso, los gatos, los perros y los ordenadores tienen tanto éxito en nuestras sociedades de libertad y soledad. Con ellos, al menos, uno nunca se decepciona. Obedecen, no se rebelan, están ahí cuando uno lo desea, y nos devuelven una imagen halagadora de nosotros mismos. No se corren muchos riesgos. Con los seres humanos, todo es más complicado y arriesgado. No están cuando los esperamos, se resisten, a menudo nos devuelven un aspecto desagradable de nosotros mismos, disponen de autonomía y nos obligan a la modestia".
(Salvemos la comunicación, página 64)

¡Terminad bien el verano!

6 de julio de 2007

Luna de fiesta. José Luis Enicnas

Se trata de una canción muuuu buena. Las fotos son lo de menos. Minimiza la pantalla y déjate llevar

2 de julio de 2007

No acostumbrarse


Igual que se anuncia un coche o un yogur, en una marquesina, la Clínica Crea de reproducción artificial ofrece sus servicios bajo el lema: “calidad en reproducción asistida”. No es un mal lema. Es importante que los productos de esta reproducción sean de calidad… nada de productos defectuosos ni enfermos. “Su hijo será de calidad, no lo dude”.

Bien, pero… ¿existen seres humanos de mayor calidad? ¿a qué cubo de basura irán los embriones que no reúnan las condiciones de calidad que la Clínica Crea determine? Hay que hacer un esfuerzo por no quedarse indiferente ante este tipo de anuncios y mensajes. Mantengamos los sentidos despiertos, y la conciencia en guardia… El ser humano ya está a la venta, ya tiene que pasar controles de calidad para existir (ISO 9000?). Y resulta que es un buen negocio. Aquí espero a algún socialista que piense, como yo, que hay cosas que no pueden entrar en el mercado, por mucho que la gente las demande y sean tremendamente –más de lo que nos creemos- rentables.

(Todo esto recuerda de modo curioso a algunas ideas nazis, pero sin aristas, con música cheel-out, con visos de humanitarismo…)

25 de junio de 2007

Bien por Corporación Dermoestética


Por fin una empresa se decide a cambiar su modo de hacer publicidad, abandonando el modelo de publicidad machista teta-culo-piernas. Corporación Dermoestética ha pasado a anunciarse en la prensa con mujeres guapas que nos cuentan su historia, en vez de hacerlo con ciertos atributos femeninos más propios de revistas pornográficas que del periódico que cada día me llevo a mi casa debajo del brazo.

Ojalá otras muchas empresas se decidan a seguir los pasos de Corporación Dermoestética, yendo contracorriente -en la dirección difícil, como el salmón-, en defensa de la dignidad de la mujer y del hombre. Enhorabuena.

11 de junio de 2007

Limonada y mediasnoches


Muchos se alegran de las recientes noticias, que anuncian el ingreso en prisión de dos ilustres terroristas, de cuyos nombres no me da la gana acordarme. Personalmente, me parece penosa la evidencia de que el principio de la división de poderes, imprescindible para una verdadera democracia, ya no existe en nuestro país. Estos señores (por llamarles de algún modo) van a ir a la cárcel porque al Gobierno le interesa y cuando el Gobierno ha querido. Los jueces han sido, simplemente, la longa manus del Ejecutivo, brazo ejecutor de sus deseos.

Y algunos todavía celebran esta patética farsa con limonada y mediasnoches.

8 de junio de 2007

Acuerdos básicos


Hoy copio una cita de un Catedrático de Derecho Constitucional que me parece muy muy interesante... quizá hasta imprescindible. Mi numen se agosta.


"Toda forma de vida en comunidad presupone un acuerdo en lo fundamental, un conseso sobre aquellas cuestiones que por ser básicas o esenciales para el desarrollo de la vida en común deben de quedar al margen, o por encima, de la inevitable discusión cotidiana. En caso contrario, es decir, cuando todos los días se pone todo a discusión, el resultado es el hastío, la ruina de la empresa común y, en el terreno político, la desintegración.


Ninguna comunidad -ni de dos ni de cuarenta millones de personas- puede soportar la discusión permanente de sus fundamentos0". (J. J. González Encinar)


Pues eso. Así nos luce el pelo...

1 de junio de 2007

Corporación Dermoestética


Por fin una empresa se decide a cambiar su modo de hacer publicidad, abandonando el modelo de publicidad machista teta-culo-piernas. Corporación Dermoestética ha pasado a anunciarse en la prensa con mujeres guapas que nos cuentan su historia, en vez de hacerlo con ciertos atributos femeninos más propios de revistas pornográficas que del periódico que cada día me llevo a mi casa debajo del brazo.

Ojalá otras muchas empresas se decidan a seguir los pasos de Corporación Dermoestética, yendo contracorriente -en la dirección difícil, como el salmón-, en defensa de la dignidad de la mujer y del hombre. Enhorabuena.

23 de mayo de 2007

46 millones de abortos


Leo en la prensa de esta semana que cada año se cometen cuarenta y seis millones de abortos en el mundo. Cada 6 minutos mueren una mujer y quinientos veinticinco niños en el mundo a causa de la práctica del aborto.


Me quedo pensando cómo hemos llegado a esto. Pero pronto se me pasa, y paso a leer en los deportes una entrevista a Samuel Etóo sobre la recta final de la Liga: tema importante donde los haya, como se puede ver. Joder, cuánta razón tenía Stalin cuando dijo que la muerte de un hombre era una tragedia, mientras que la muerte de un millón era sólo una estadística.

20 de mayo de 2007

Un Pingüino en mi ascensor: Tributo a dos grandes.

Este post es un tributo a dos de los grandes: mi hermano mayor, que ayer se examinó de una oposición para la que lleva estudiando dos años largos, y empieza a padecer alopecia, y al Pingüino en mi ascensor, que nunca se vendió a lo comercial, c0n temas tan cantados como Perestroika, Por la mañanita, El Balneario, etc. Sus rimas nos evocan al mejor Calderón o Góngora.

Ahí van tres de sus mejores temas (que espero no me quiten audiencia en el blog)

Jota Jota




Mi café





Tú me induces al mal

11 de mayo de 2007

Solidaridad, con minúscula

Trece ayuntamientos de la Vega Baja han firmado un acuerdo con la valenciana Fundación Mainel para construir un centro social para personas sin recursos al sur de Diriamba (Nicaragua). Estos pueblos de la Vega Baja nos dan un gran ejemplo: el problema de la pobreza se soluciona con ayudas pequeñas, en primera persona. Con compromiso local, no con queja general.

Es cómodo confiar la solución del problema del hambre y la pobreza a grandes organismos internacionales, a UNICEF, a los Estados, a las grandes multinacionales, o a Bill Gates. Esa solidaridad gigante, con mayúscula, no suele comprometer el propio modo de vida, no afecta a nuestro bolsillo.

Enhorabuena a estos trece Ayuntamientos de la Vega Baja, y a seguir su ejemplo. ¡Viva la solidaridad con minúscula!

6 de mayo de 2007

Los últimos machistas

Leía el otro día las declaraciones de una famosa actriz que afirmaba que los tiempos del machismo, de la sociedad patriarcal, estaban casi superados, aunque todavía quedaban algunos tabúes por romper. Personalmente, creo que todavía queda mucho machista suelto. Estos últimos machistas, paradójicamente, son en su mayoría mujeres, y se encuentran en ciertos sectores autodenominados feministas.

Este pretendido feminismo anima a la mujer a abrazar alegremente el rol que hasta ahora se venía atribuyendo al varón en la sociedad moderna. Denosta el papel de la mujer como madre, menosprecia las tareas del hogar, y desprecia la dimensión del cuidado de los demás, como una tarea indigna de la mujer. Los cancerberos de este nuevo rol de la mujer en la sociedad son celosos garantes de sus ideas, y estigmatizan a todo aquel que pretenda, según sus propias sentencias, encerrar a la mujer en la cocina, posponer su emancipación, condenarle a ser madre, etc.

Curiosamente, otras muestras de machismo bastante más extendidas son ignoradas, cuando no propuestas o jaleadas, por estos sectores pseudo-feministas. Valgan tres ejemplos.

Primero: el uso y abuso de la imagen de la mujer como reclamo publicitario. Les invito a dar un paseo por su ciudad y contar cuántos anuncios en marquesinas muestran mujeres escasas de ropa anunciando toda suerte de productos: cremas solares, yogures, coches, perfumes. ¿Y la dignidad de la mujer? A nadie le importa, lo importante es vender. Separar la violencia de género de esta constante utilización de la mujer como objeto (como reclamo, como cebo), sólo puede ser resultado de la estulticia o de la hipocresía.

Segundo ejemplo: estas presuntas feministas no dudan en afirmar que la decisión sobre la vida del feto durante el embarazo corresponde sólo a la mujer, y no al hombre. Dejaremos a un lado que el aborto es un delito y no un derecho. Afirmando que la decisión sobre la vida del embrión corresponde exclusivamente a la madre, y nunca al padre, no consiguen –como es su propósito- ampliar la libertad de la mujer, sino plantear el embarazo (y posterior nacimiento) como una cuestión que afecta exclusivamente a la mujer, y no al hombre. Sin embargo, todo embarazo y nacimiento tiene que implicar el compromiso real del padre, con un tiempo, con una dedicación, con un amor, que no corresponde exclusivamente a la mujer. Lo contrario deja a la mujer sola con su hijo, y constituye una prueba más de machismo.

Tercer ejemplo: la llevada y traída paridad. Leyes como la recientemente aprobada en nuestro país sólo denotan un profundo desconocimiento, si no desprecio, hacia las capacidades de la mujer, que en igualdad de condiciones superan muchas veces a las del varón. Personalmente, celebro la aprobación de esta ley, ya que como hombre en muy poco tiempo voy a ser beneficiado por ella. Las mujeres no necesitan de cuotas y prebendas para sobresalir y ganarse un sitio en las relaciones sociales. Quien así lo entienda, que se dé un paseo por las principales universidades y pregunte por los mejores expedientes, por las mejores cabezas, tanto en letras como en ciencias.

Existe un feminismo mal entendido, que idolatra el papel que se le atribuyó al hombre en los siglos precedentes, especialmente con la llegada de la revolución industrial y la economía de mercado. Para este feminismo, los valores superiores del ser humano son meramente cuantitativos: el éxito en la vida profesional, la acometitividad, la agresividad en las relaciones sociales, la independencia económica, el desentendimiento de las tareas del hogar. Son valores que podrían resumirse en el extracto de una cuenta bancaria.

Esta concepción del feminismo olvida que los valores verdaderamente superiores, los que hacen feliz a todo ser humano, son aquellos que se han atribuido hasta ahora a la mujer: la maternidad responsable, las tareas del hogar, la dimensión del cuidado de los demás. No hay nada tan creativo como fundar un hogar; no hay trabajo que requiera más liderazgo que educar a un hijo; no hay empresa más audaz que la de sacar adelante una familia. Como estos son los trabajos más típicamente humanos, en los que nunca podremos ser sustituidos por las máquinas, tenemos que desarrollarlos tanto los hombres como las mujeres. Un verdadero feminismo no pasa por infravalorar estas tareas, sino por defenderlas como las más elevadas, tanto para el hombre como para la mujer.

Los hombres no somos seres tan inferiores a las mujeres que no podamos abrir nuestra vida, nuestro corazón, y nuestro horario a estas tareas. Sacrificar estos valores pretendidamente femeninos en el altar de la igualdad, desdeñarlos como trabajos inferiores, como pretenden los últimos machistas, sería un grave error. Perderíamos lo mejor que tenemos: la capacidad de darnos generosamente a los nuestros, sin esperar ninguna recompensa.

24 de abril de 2007

A un sólo click


Estaba a un click de enviar una carta al director criticando a un político por unas declaraciones recientes. Se trata de uno de esos personajillos de nuestra vida pública, que uno se imagina más en un entremés cervantino que rigiendo los destinos de nuestra nación. Pues bien, he decido borrar lo escrito –seleccionar todo + supr- y ahorrarme el comentario hiriente, aunque me hubiera quedado muy a gusto enviándola.

Y es que lo que nos hace falta a los españoles no son sólo agudas críticas, que yo prefiero dejar a otros, sino puntos de encuentro. Tendamos puentes.

Quien no se crea que la carta estaba escrita y lista para enviar puede verla aqui.


18 de abril de 2007

¿Regulamos la prostitución?


Esta semana el Parlamento español ha rechazado la posibilidad de regular el ejercicio de la prostitución, llamando también la atención sobre la profunda vinculación entre ésta y el tráfico de personas. Me alegro mucho de esta decisión por tres motivos:


1. Supone parar los pies a todos aquellos que se están haciendo de oro con la desesperación de otras personas (sólo la desesperación puede llevar a alquilar tu cuerpo y tu intimidad). Muchas mujeres, gracias a esta decisión, se librarán de este “trabajo”, indigno de todo ser humano.


2. Es un paso contra la hipocresía de hablar tanto de igualdad de la mujer mientras se tolera el tráfico de mujeres y su utilización como un mero objeto de placer.


3. Por fin una decisión conjunta del PSOE y del PP en un tema controvertido... rara avis. Es algo como para que lo celebremos.A ver cuánto llueve hasta que tengamos otra decisión tan consensuada y acertada.

17 de abril de 2007

Conferencia de Steve Jobs

Hoy cuelgo, creo que soy el último bloguero en hacerlo pero bueno, una conferencia del fundador de Apple subtitulada en español (está en dos partes). Dura quince minutos. Cuando tengas un ratito, sírvete una buena coca-cola y disfrútala. Vale la pena.



10 de abril de 2007

Domingo


Le propongo un atajo para la felicidad. Es domingo. No mire el reloj. Levántese cuando le duela la espalda de estar en la cama. Bésela como aquella vez (aunque le haya robado alevosamente parte de la manta durante la noche). Lea con atención el dorso del bote de champú... y si se ve con fuerza, también el de los cereales. Apague el móvil, y ni se le ocurra mirar el correo. Llegue a Misa corriendo, con los cordones sin atar. Salga a dar un paseo, y diga algún taco al cruzarse con alguien pintoresco. Coma tarde, prolongue la sobremesa hasta las cinco. Sestee. Escuche el fútbol en la radio. Ojee un periódico atrasado. Maldiga al jefe. Cene algo ligero, y acuéstese a buena hora.

Hacer lo que a uno le apetece, una vez a la semana, es una obligación. Si no, pronto perderá usted el gusto por todo eso. Debe resistir el envite del consumismo. No puede dejar que las nuevas tecnologías colonicen su tiempo libre. Aún está a tiempo. Fíese de mí. Haga la prueba.

3 de abril de 2007

No son fotogénicas


La mayoría de los periódicos daban hoy, bien pequeña, una buena noticia sobre válvulas cardiacas creadas con células madre adultas. Recientemente oía en una conferencia que son ya setenta las aplicaciones médicas que tienen este tipo de células madre, las adultas, mientras que con células madre embrionarias no se ha obtenido... ¡ninguna sola aplicación exitosa! Además, las adultas no presentan problemas éticos, mientras que el uso de las embrionarias conlleva la indeseable destrucción de embriones humanos.

Contrasta mucho el bombo mediático de las células madre embrionarias –que acaparan titulares y portadas, llenos de promesas hasta ahora incumplidas- con la serena discreción de las adultas, que difícilmente tienen cabida en la prensa generalista. Será que son menos fotogénicas... o que estamos entrando alegremente en el “baby business”, y no sabemos ya dónde meter tanto embrión sobrante.

29 de marzo de 2007

Vídeo de los miserables

Para coger un poco de aire fresco, os ofrezco esta canción del musical de los miserables. Tremenda.

26 de marzo de 2007

Crisis


(hoy me permito una entrada más larga... comprenderé que alguno no lea entera)

Nuestros conocimientos técnicos avanzan galopantes, mientras que nuestros recursos morales y nuestras seguridades, se desmoronan lenta pero inexorablemente. Somos muy buenos en el hacer: la técnica levanta monumentos que las más agudas predicciones de los escritores futuristas de hace veinte años difícilmente alcanzaban a imaginar. Sin embargo, a la pregunta de quiénes somos no podemos responder. Es más... me atrevo a decir que a nadie le importa.

La pregunta que no alcanza a responder el ciudadano del occidente globalizado es: ¿a qué puedo atenerme? El hedonismo socava los cimientos de todo lo estable. Cuando apenas hemos terminado de leernos el libro de instrucciones de nuestra televisión, el mercado ya la denomina “cachivache anticuado”, y nos ofrece un nuevo modelo. Los políticos, obsesionados por los resultados electorales, son incapaces de pensar en plazos superiores a cuatro años. La muerte de las ideologías ha dejado paso a un electoralismo feroz, alejado de los problemas reales de la gente real: es el triunfo del cortoplazismo. La religión se refugia en sus cuarteles de invierno, incapaz para muchos de hacer frente al festín consumista que se sirve en bandejas de plata en brillantes centros comerciales. La universidad, otrora buscadora de la verdad y foro de diálogo, es hoy un coto inane sólo para iniciados, y se debate entre el servilismo pragmático al mundo de la empresa y la discusión bizantina alejada de la realidad que justifique la nómina mensual. Miles de inmigrantes asaltan nuestras fronteras, rostro vivo de la desesperación, mientras nuestras sociedades se hastían de la más vacía de las opulencias.

Es el bostezo de Europa. El hastío del rico. Cuando se tiene de todo, no se sueña con nada. Y cuando no se sueña con nada, el aburrimiento es total. Se cae en el tedio más absoluto. A la muerte de Dios, está sucediendo el suicidio del hombre. Eutanasia. Mercado. Medicina del deseo. Egoísmo. Políticas liberales ajenas a la comunidad, a la familia, al bien común. Políticas orientadas a satisfacer los caprichos egoístas de los pudientes.

Sin costumbres, sin proyectos políticos, sin religión, sin universidad. Borrachos de consumo. Técnicamente perfectos. Qué difícil va a ser, para nuestros hijos, la resaca.

20 de marzo de 2007

Pornografía


Parece que hay pocas cosas más rentables que unos buenos pechos: las chicas interviú (no se preocupen, sólo en sentido figurado) se están haciendo de oro; los dueños de la revista, qué duda cabe, también se están forrando. Mucha gente pasa un buen rato con las fotitos, y yo, quién sabe, quizá hasta duplique el número de visitas al blog gracias al título de estas líneas. Ponga unas buenas tetas en su vida.

Así, todos celebramos el triunfo de las modelitos, las mujeres-objeto que nos hacen ganar a todos. A todos menos a las miles de mujeres que no quieren ser un objeto. Que prefieren ser valoradas por lo que tienen encima, y no debajo, de los hombros. Que están hartas de que se las mire antes al culo que a la cara.

Pero en fin, para que muchos ganemos con las chicas interviú, otras tienen que perder. Así es la vida.

14 de marzo de 2007

Vídeo nicargua



Aquí os cuelgo un vídeo de mi estancia en Nicaragua hace dos veranos, con amigos de la universidad y la ONGD Asocual. Toda una experiencia...

12 de marzo de 2007

Enésima guerra de cifras


No sé cuántas personas fueron a la manifestación del sábado en Madrid. No sé si fueron dos millones o trescientas mil. Lo que sí se es que es triste que exista tal diferencia ente las cifras oficiales de la delegación de Gobierno y la Comunidad Autónoma. Lo que sí sé es que se nos oculta la realidad. Así... ¿podemos formarnos libremente una opinión informada? ¿Podemos tener una opinión propia?

Sin información veraz, ya lo decía Madison, la democracia empieza a ser el prólogo de una farsa o de una tragedia... o quizá de ambas cosas.

Así nos luce el pelo. Aquí alguien nos está tomando por tontos. Lo peor es que parece que nos empezamos a acostumbrar.

5 de marzo de 2007

Cosas que valen la pena

De Juana Chaos, la guerra hidrográfica, un cajero incendiado, el calentamiento global, pelotazos urbanísticos, fuego cruzado entre políticos… Cada mañana desayunamos con nuevos motivos de indignación, enfado, enfrentamiento.

Hay que huir, buscar tablas de salvación, lugares donde poder estar juntos. Necesitamos motivos de alegría. Beber infusiones muy calientes (poleo menta, manzanilla con anís, té), ir a coger setas, cantar en la ducha, salir a pescar, orinar en el mar, comer espárragos trigueros. Todavía quedan muchas formas de sentirnos humanos. No le pido que abdique del ejercicio del pensamiento, sólo que de vez en cuando escape del aire enrarecido de la politización.

Anímese. Salga de las filas de los cabreados. Contamos con usted. Para nosotros, usted es insustituible.

2 de marzo de 2007

Disciplina de partido


Parece que el reciente rechazo, por parte de dos diputadas populares, de la iniciativa legislativa popular a favor de la configuración heterosexual del matrimonio ha provocado molestias en el seno del PP. "Es inaceptable que dos diputadas de nuestro grupo parlamentario se desmarquen de este modo de nuestra disciplina de partido", parece ser el sentir entre los populares.


Pues mire usted, no sólo no es inaceptable, sino que sería lo deseable. Que los grupos parlamentarios actúen de modo monolítico, sin fisuras, sin disidencias, no es lo natural. Porque tampoco lo es que todos los votantes de un partido opinen igual en todos los temas. Lo lógico es que dentro de un mismo sentir político haya diversas opiniones, sensibilidades, posturas. Y que esa diversidad se plasme en las votaciones. Lo contrario es gregarismo, ausencia de pluralismo y de diálogo. Vamos, la enfermedad de la democracia. Y esa enfermedad afecta, hoy por hoy, a todos los grupos parlamentarios. ¿Alguien se imagina un diputado socialista votando contra la negociación con ETA?


Pero parece que es lo que hay. Disciplina de partido. ¡Qué lejos queda ese ideal de "tantas cabezas, tantas ideas"! ¡Qué cerca estamos de esa constatación de Julián Marías: "donde todo el mundo piensa igual, casi nadie piensa demasiado"!

21 de febrero de 2007

Yo pensaba


Yo pensaba que los políticos estaban para servir a un país, no para servirse de él. Yo pensaba que la televisión estaba para informarse, no para deformarse. Yo pensaba que ser compatriota de alguien era un grado de complicidad, no un motivo de enfrentamiento. Yo pensaba que el deporte era para hacer amigos, no para sembrar enemistad.

Yo pensaba que beber vino era una buena forma de olvidar todos los desengaños anteriores. No una sustancia peligrosa.
Ahora… ¿qué me queda?

12 de febrero de 2007

Tantas y tantas cosas



Y cuando, cansado del yacusi y del mercedes, al final de la última pantalla de Súper Mario Kart. Hastiado de la música de Alex Ubago, pagada ya la cuenta de aquel brumoso pub… al fin bajo la persiana, siempre me quedo solo.¿Eso era todo? Aturdido. Sin nada entre las manos. Promesas incumplidas de la publicidad.

4 de febrero de 2007

Los que no piensan igual


Desde hace algo más de un año vengo escribiendo en este blog. Recibo comentarios de lo más variado, tanto de gente que piensa de modo similar al mío, como de gente que piensa de forma muy distinta (Bruno y el señor Perales merecen una mención honorífica). Es curioso, pero de los que más he aprendido son de los que no piensan como yo. Me obligan a reflexionar más, a poner en duda mis puntos de vista, a repensar mis posiciones, y en ocasiones a rectificar.

Escuchar a las personas que piensan de modo distinto al de uno suele ser enriquecedor. Ya lo decía el Machado: “Busca a tu complementario, que marcha siempre contigo, y suele ser tu contrario”. ¡Qué pena que nuestros políticos se empeñen en despreciar al adversario y en mantener esos diálogos de sordos! ¡Qué triste parodia de la verdadera democracia!

2 de febrero de 2007

Reseña de "El Danubio". Claudio Magris.


El hilo conductor del libro lo constituye un viaje a lo largo del Danubio, símbolo del crisol de pueblos y culturas que conforman la mitteleuropa, y que tuvieron su esplendor en el auge del imperio Austro-Húngaro. Sin aparente interconexión entre sí, Magris reúne anécdotas, impresiones, pensamientos y reflexiones, sucesos históricos, historiografía y personajes de lo más diverso, asociados a los lugares que va recorriendo. Este conjunto de miniaturas componen una gran sinfonía, acunada por el correr de las aguas del Danubio. Quizá el mayor mérito del germanista sea la unicidad de percepción que, como en un majestuoso mosaico, ofrece al lector a través de historias y paisajes aparentemente deslabazados.

El libro constituye un verdadero monumento a la cultura centroeuropea, un canto a sus gentes, a su Historia, a su ocaso. Como única objeción, señalar la reiterada referencia a la literatura de cada pueblo y etnia, que para el lector no iniciado puede resultar algo cansina.

En el fondo del libro late una tensión entre el poder y la compasión, el asombro y el desengaño, el esplendor y la decadencia. Se trasluce una crítica a la visión positivista del la vida, por su necesario reduccionismo, un rechazo a la modernidad, y una exaltación vitalista de lo cotidiano, entendido como espacio para lo heroico. Al final, nos queda la memoria. La seguridad, con el trascurrir de las aguas danubianas, de que todas las cosas quedan atrás, tiñe el relato de una suave melancolía, abierta todavía –quién sabe por cuanto tiempo- a la tenue luz de la esperanza.

29 de enero de 2007

Madre a los 67 años

“Todo el mundo tiene derecho a tener hijos en el momento adecuado”. Así se ha expresado Carmen Bousada tras haber dado a luz gemelos a sus 67 años, y haber entrado en el libro de los Guinness. La noticia es realmente simpática y curiosa. Esa mujer nos da una muestra de deportividad, de ganas de vivir, de educar, de amar.

Lo que no aparece en las noticias es cuántos embriones ha habido que sacrificar para que esa mujer dé a luz. ¿Diez? ¿Quince? Lo que tampoco sale es la cara que pondrán los hijos al enterarse de que no tienen papá. Lo que no se cuenta, por muy evidente que sea, es que cuando esos niños tengan 12 años, su madre tendrá 80. Lo que no se dice, pero salta a los ojos, es que el nacimiento de esos niños obedece exclusivamente al capricho de una persona. Finalmente, no se lee por ningún lado el dinero que ha ganado la clínica norteamericana produciendo esos niños, y si les importa lo más mínimo la estabilidad emocional de los pequeños.

Nosotros mañana nos olvidamos de la notica. Los hijos de Carmen Bousada están marcados para toda la vida. No seamos ingenuos. ¿O qué?

24 de enero de 2007

Albañilo, bedelo y estudianto


(Copio una carta aparecida estas navidades en La Verdad de Cartagena. No tiene desperdicio)

No me considero machista. Ni mucho menos. Pero cuando leo cosas que atentan contra el sentido común, me sale la vena revolucionaria.
El Instituto de la Mujer pro­pone usar albañila, estudian­ta o bedela en pos de la igual­dad de sexos. Supongo que también propondrán albañilo, estudianto y bedelo.
De esta manera eliminamos los genéricos y ya tenemos el problema solucionado.
Se ve que es muy difícil hacer tal diferencia con el artí­culo "el" o "la".
El estudiante y la estudiante. El albañil y la albañil. Creo que hay cuestiones mucho mayores y más importantes para la mujer que diseccionar el vocabulario castellano bus­cando palabras que atentan, supuestamente, contra la igualdad de género. O de sexo. O doméstica. Que ya no sé ni cómo decirlo para que estas feministas radicales no se sien­tan heridas.
Pero cuando busco futbo­listo, artisto, pianisto o elec­tricisto resulta que las suso­dichas no se encuentran en el diccionario. Y nadie protesta. Y ningún Instituto del Hom­bre se rasga las vestiduras ante tamaña discriminación.¡Qué desigualdad! ¡Qué des­fachatez! ¡Qué uso más sexis­ta de la lengua que denigra al hombre! Por Dios, un poco de cordura, no vaya a ser que nos multen por decir tanta estupidez junta y tenga que venir un policío.

El sueldo de Pepiño Blanco


Algunos políticos del PSOE han hecho público su sueldo, y requieren al señor Rajoy para que haga lo propio y cuente a todos los españoles cuánto gana. Lo que ocurre es que el señor José Blanco no ha ganado un euro en su vida fuera del PSOE, y Mariano Rajoy es registrador de la propiedad.
A Rajoy le sale caro estar en política: un registrador de la propiedad gana mucho más dinero que un diputado. ¿Ocurre lo mismo con Pepiño? Quizá por eso los políticos de carrera, como el Sr. Blanco, se aferran de ese modo al poder, y hacen lo posible y lo imposible por conservarlo... aunque haya que dilapidar el propio Estado Español. Porque fuera de su partido no son nadie.

14 de enero de 2007

El hijo de tus sueños


“Lo queremos rubio, con ojos azules, inteligente y alto.” Le dice el joven matrimonio al médico de la clínica de fecundación in Vitro. “Sin problemas”, contesta éste. “Cuando hayan hecho el ingreso de 10.000 € a la cuenta de nuestra clínica, procederemos al tratamiento”.

¿Esto es medicina o es un negocio? ¿Es medicina producir bebés perfectos –desechando decenas de bebés imperfectos- para satisfacer los deseos de los padres? ¿Ser moreno, o bajito, es motivo suficiente para convertirse en un bebé sobrante, en un ser humano imperfecto?

A partir de ahora habrá que andar con cuidado, ya que como ciudadano imperfecto (no paso de 1,70 y soy moreno), corro el riesgo de ser declarado sobrante en cualquier momento, y consecuentemente eliminado. Que viva la medicina.