29 de enero de 2007

Madre a los 67 años

“Todo el mundo tiene derecho a tener hijos en el momento adecuado”. Así se ha expresado Carmen Bousada tras haber dado a luz gemelos a sus 67 años, y haber entrado en el libro de los Guinness. La noticia es realmente simpática y curiosa. Esa mujer nos da una muestra de deportividad, de ganas de vivir, de educar, de amar.

Lo que no aparece en las noticias es cuántos embriones ha habido que sacrificar para que esa mujer dé a luz. ¿Diez? ¿Quince? Lo que tampoco sale es la cara que pondrán los hijos al enterarse de que no tienen papá. Lo que no se cuenta, por muy evidente que sea, es que cuando esos niños tengan 12 años, su madre tendrá 80. Lo que no se dice, pero salta a los ojos, es que el nacimiento de esos niños obedece exclusivamente al capricho de una persona. Finalmente, no se lee por ningún lado el dinero que ha ganado la clínica norteamericana produciendo esos niños, y si les importa lo más mínimo la estabilidad emocional de los pequeños.

Nosotros mañana nos olvidamos de la notica. Los hijos de Carmen Bousada están marcados para toda la vida. No seamos ingenuos. ¿O qué?

24 de enero de 2007

Albañilo, bedelo y estudianto


(Copio una carta aparecida estas navidades en La Verdad de Cartagena. No tiene desperdicio)

No me considero machista. Ni mucho menos. Pero cuando leo cosas que atentan contra el sentido común, me sale la vena revolucionaria.
El Instituto de la Mujer pro­pone usar albañila, estudian­ta o bedela en pos de la igual­dad de sexos. Supongo que también propondrán albañilo, estudianto y bedelo.
De esta manera eliminamos los genéricos y ya tenemos el problema solucionado.
Se ve que es muy difícil hacer tal diferencia con el artí­culo "el" o "la".
El estudiante y la estudiante. El albañil y la albañil. Creo que hay cuestiones mucho mayores y más importantes para la mujer que diseccionar el vocabulario castellano bus­cando palabras que atentan, supuestamente, contra la igualdad de género. O de sexo. O doméstica. Que ya no sé ni cómo decirlo para que estas feministas radicales no se sien­tan heridas.
Pero cuando busco futbo­listo, artisto, pianisto o elec­tricisto resulta que las suso­dichas no se encuentran en el diccionario. Y nadie protesta. Y ningún Instituto del Hom­bre se rasga las vestiduras ante tamaña discriminación.¡Qué desigualdad! ¡Qué des­fachatez! ¡Qué uso más sexis­ta de la lengua que denigra al hombre! Por Dios, un poco de cordura, no vaya a ser que nos multen por decir tanta estupidez junta y tenga que venir un policío.

El sueldo de Pepiño Blanco


Algunos políticos del PSOE han hecho público su sueldo, y requieren al señor Rajoy para que haga lo propio y cuente a todos los españoles cuánto gana. Lo que ocurre es que el señor José Blanco no ha ganado un euro en su vida fuera del PSOE, y Mariano Rajoy es registrador de la propiedad.
A Rajoy le sale caro estar en política: un registrador de la propiedad gana mucho más dinero que un diputado. ¿Ocurre lo mismo con Pepiño? Quizá por eso los políticos de carrera, como el Sr. Blanco, se aferran de ese modo al poder, y hacen lo posible y lo imposible por conservarlo... aunque haya que dilapidar el propio Estado Español. Porque fuera de su partido no son nadie.

14 de enero de 2007

El hijo de tus sueños


“Lo queremos rubio, con ojos azules, inteligente y alto.” Le dice el joven matrimonio al médico de la clínica de fecundación in Vitro. “Sin problemas”, contesta éste. “Cuando hayan hecho el ingreso de 10.000 € a la cuenta de nuestra clínica, procederemos al tratamiento”.

¿Esto es medicina o es un negocio? ¿Es medicina producir bebés perfectos –desechando decenas de bebés imperfectos- para satisfacer los deseos de los padres? ¿Ser moreno, o bajito, es motivo suficiente para convertirse en un bebé sobrante, en un ser humano imperfecto?

A partir de ahora habrá que andar con cuidado, ya que como ciudadano imperfecto (no paso de 1,70 y soy moreno), corro el riesgo de ser declarado sobrante en cualquier momento, y consecuentemente eliminado. Que viva la medicina.