30 de agosto de 2017

Hazlo tan bien que no puedan ignorarte



Hazlo tan bien que no puedan ignorarte
Por qué ser competente importa más que la pasión para alcanzar el trabajo de tus sueños
Cal Newport

El libro no está mal. Sobre todo me ha gustado que va un poco contra los típicos tópcios de: "persigue tus sueños", "sigue tu pasión", "querer es poder", etc, tópicos que siempre me han parecido un poco infantiloides.

La tesis del autor es básicamente la siguiente: en lugar de obsesionarte por encontrar el trabajo de tus sueños, esfuérzate por trabajar cada vez mejor en lo que haces. Para ser cada vez mejor, es necesario el entrenamiento deliberado: no basta con hacer siempre lo mismo más o menos bien, sino que debes ser consciente de cuáles son tus puntos débiles y trabajar esforzadamente por mejorarlos. Ese esfuerzo hará que a medio plazo tu trabajo te guste cada vez más, y puedas disfrutar en él. Además, si te colocas en la vanguardia de tu sector, si eres realmente bueno, podrás encontrar tu misión profesional.

El consejo del autor puede resumirse así: para ser feliz en tu trabajo, en lugar de buscar el mejor trabajo posible, intenta trabajar de la mejor manera posible.

Copio algunas citas interesantes:

p. 18. Fija tu objetivo en trabajar bien, en lugar de hacerlo en tener un buen trabajo.

p. 30. Existe en las películas una idea de que cada cual debe perseguir sus sueños, pero no me la creo. (...) La clave está en obligarse a trabajar bien, obligar a las habilidades a nacer; esa es la fase más dura.

p. 33. Empleo, carrera, vocación.
Un empleo es algo que permite pagar el alquiler, una carrera es una trayectoria hacia trabajos cada vez mejores, y una vocación es un trabajo que forma parte importante de la vida, y a la vez es parte vital de la propia identidad. (En todas las categorías profesionales hay gente que ve su trabajo de una de estas tres formas. El tipo de trabajo no predice cuánto la gente disfruta en él, sino que lo hace la forma en la que uno se lo toma: como un empleo, como una carrera, o como una vocación).

p. 40. No sigas tus sueños.
Decirle a alguien que persiga sus sueños no es solo un acto de optimismo inocente, sino que -potencialmente- puede ser la base de una carrera guiada por la confusión y la angustia.

pp. 52-53. Perspectiva del artesano vs perspectiva de la pasión
En resumen, existen dos formas diferentes de pensar sobre el trabajo. La primera es la perspectiva del artesano, que se centra en lo que uno puede aportar al mundo. La segunda es la perspectiva de la pasión, que a su vez se centra en lo que el mundo puede aportar a uno. (...) Tal como comprendí (..) la perspectiva del artesano tiene algo liberador, porque obliga a dejas atrás las preocupaciones egoístas sobre si el trabajo que se tiene es el "correcto" y a la vez inisiste en persverar en hacerlo realmente bien.

p. 83. Hay que forzar las destrezas.

p. 90. Si te limitas a trabajar duro, pronto alcanzarás un nivel de destreza que no serás capaz de mejorar (...). Para mejorar: entrenamiento deliberado. En resumen, el entrenamiento deliberado es la clave para llegar rápidamente a hacerlo tan bien que no puedan ignorarte.

p. 99. Entrenamiento deliberado.
Hacer aquello que conocemos bien es entretenido, pero también es exactamente lo opuesto a lo que exige el entrenamiento deliberado... El entrenamiento deliberado es, sobre todo, un esfuerzo de concentración y enfoque. Eso es lo que hace que sea deliberado, algo bien distinto de la práctica descuidada de escalas o raquetazos a los que se dedica casi todo el mundo.

p. 144. Trabajar bien es duro. La dureza solo espanta a los soñadores y a los apocados, que dejan más oportunidades a los que están dispuestos a dedicarle tiempo a diseñar con cuidado la mejor ruta, y después ponerse en marcha con confianza.

p. 149. Misión profesional.
Una buena misión profesional es parecida a un descubrimiento científico; se trata de una innovación que espera ser descubierta en el adyacente posible de tu ámbito. si deseas identificar una misión en tu vida profesional, deberás posicionarte primero en la vanguardia, el único lugar desde el que se puede ver una misión. (...) Vistas en retrospectiva, estas ideas son evidentes. Si las misiones que pueden transformar la vida de los demás pudieran encontrarse solo reflexionando y con una actitud optimista, cambiar el mundo sería cosa de niños. Pero no lo es; de hecho, es muy infrecuente. Esta singularidad, tal y como podemos comprender ahora, se debe a que los grandes descubrimientos exigen primero estar en la vanguardia, algo que resulta dura, con una dureza que habitualmente evitamos en nuestro trabajo.

171. Esfuerzo por ser interesante.
"O eres interesante, o eres invisible", afirma Seth Godin en su éxito de 2012 La vaca púrpura. (...). "El mundo está lleno de cosas aburridas -vacas marrones-,  por eso poca gente les presta atención... Una vaca púrpura... eso sí que destaca. El marketing de interés es el arte de construir algo que merezca la pena darse a conocer".

186. Más sobre la práctica deliberada.
Descubrí que los músicos, atletas y jugadores de ajedrez, entre otros, son conscientes de la práctica deliberada, pero los trabajadores no. Casi todos los empleados del sector servicios huyen de ese incómodo esfuezo como de la peste, realidad que queda confirmada por la obsesión del típico oficinista por comprobar si tiene algún correo nuevo. ¿Qué es esto, sino una vía de escape frente a algo más exigente mentalmente?

Revelar fotos - Hacer una cadena - Que las cosas maceren



Hoy he ido a revelar unas cuantas fotos chulas que tenía en el móvil. Algunas las regalaré a amigos. Otras las pondré en un marco de los chinos. Y otras las guardaré en un cajón con otras que ya tengo, y que de vez en cuando repaso. Estoy contento: las he rescatado del olvido. De no haberlas revelado, las habría perdido, como tantas otras, sepultadas en usbs perdidos, en móviles sumergidos o en ordenadores estropeados. Estas ya no se me escapan. Y en unos años serán el hilo conductor de mis recuerdos de estos años.

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Hacer una cadena mola. No me refiero a la cadena de montaje del estilo: estamos haciendo mojitos, yo pongo hielo, tú azúcar, tú ron, etc., sino a la cadena más sencilla para pasarse cosas. Del pequeño caos inicial -al recoger la mesa, colocar sillas para un evento, o lo que sea- se pasa a una organización de lo más sencilla y efectiva. Si el trabajo acaba rápido, uno comenta: "mira qué bien, en un periquete lo hemos dejado listo". Si por el contrario se trata de una tarea larga, la cadena cobra una cadencia muy gratificante. Aunque el trabajo requiera esfuerzo, el ritmo y el balanceo de la cadena ofrecen una sensación de lo más satisfactoria. Es curioso además que cuando el primer dolorcillo ataca los riñones o los músculos de los brazos, la sensación de felicidad incrementa. No sé por qué, pero hacer una cadena mola. Me preguntó quiénes fueron los primeros seres humanos que hicieron una cadena. Unos pioneros, sin duda.

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Este curso me he propuesto hacer un pequeño resumen o comentario de los libros que leo. No para dar la paliza al personal -de hecho, no pretendo que la gente los lea-, sino fundamentalmente para dejar que esas lecturas y películas reposen, como las paellas. La idea es evitar el ir saltando de una lectura a otra atolondradamente, como un pollo sin cabeza. Veremos si soy capaz de cumplirlo.