9 de diciembre de 2016

La estoica anciana y el teléfono del polideportivo


Hoy he buscado el teléfono de un Poliderportivo municipal en Internet. Google me daba un resultado, con mapa y todo, en la parte derecha de la pantalla. Cuando he llamado, me ha atendido una señora mayor.

- No es aquí. Por favor, díganles a los del Polideportivo que hagan lo posible por cambiar el número de Internet.

- Lo siento mucho. Estará usted harta de llamadas como la mía...

- Pues un poco. Espero que por lo menos me manden una caja de bombones en Navidad.

Me ha parecido una señora de lo más agradable. En su voz se notaba una mezcla simpática de hartazgo y estoica resignación.

Un diez, la verdad. Sería un placer conocer y hacerse amigo de esta víctima de Google places. Otro cualquiera maldeciría en arameo al internauta desorientado, a Google, al polideportivo y al Gobierno. Esta resignada mujer todavía tiene humor para hacer una broma y esperar -contra toda lógica- la llegada de una caja de bombones por Navidad. Igual vuelvo a llamarla para preguntarle la dirección...

De todas formas, quién sabe. A lo mejor hasta las llamadas le hacen compañía. También podría vengarse y hacerse pasar por una recepcionista lunática del polideportivo. O a lo mejor realmente era la recepcionista lunática del polideportivo... Todo puede ser. Habrá que llamar otra vez para investigar.