Hoy, como homenaje a Ramiro, os ofrezco un poema que quizá muchos aprendisteis de pequeños. Y así no os aburro con otra de mis disertaciones.
Tomás de Iriarte
LOS DOS CONEJOS
LOS DOS CONEJOS
Por entre unas matas,
seguido de perros,
no diré corría,
volaba un conejo.
De su madriguera
salió un compañero
y le dijo: «Tente,
amigo, ¿qué es esto?»
«¿Qué ha de ser?», responde;
«sin aliento llego...;
dos pícaros galgos
me vienen siguiendo».
«Sí», replica el otro,
«por allí los veo,
pero no son galgos».
«¿Pues qué son?» «Podencos.»
«¿Qué? ¿podencos dices?
Sí, como mi abuelo.
Galgos y muy galgos;
bien vistos los tengo.»
«Son podencos, vaya,
que no entiendes de eso.»
«Son galgos, te digo.»
«Digo que podencos.»
En esta disputa
llegando los perros,
pillan descuidados
a mis dos conejos.
Los que por cuestiones
de poco momento
dejan lo que importa,
llévense este ejemplo.
3 comentarios:
Cuando encuentro algo que me remite a my infancia, parece que el tiempo no ha pasado. Gracias por los galgos y los podencos. Me gustaría ver otras cosas angiguas. Vale.
Tengo hoy, 60 anos y al leer esto mi alma volo a la infancia junto a mi abuela recitandome esto... muy tierno el recuerdo.Gracias
Yo 74 y a mi infancia vuelvo.
Gracias mil te doy por tan bello recuerdo.
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