20 de noviembre de 2009

Cómo visitar un museo


El domingo estuve visitando el Museo del Prado. Me alegró mucho ver tanta gente, incluidas bastantes familias con niños. Quizá van porque allí cuentan con los vigilantes de salas como educadores gratuitos adicionales, qué sé yo. Me gustaron especialmente las explicaciones que una señora -bastante puesta en arte, la verdad- iba dando a un grupo de niños, medio interesados medio distraídos. Fue divertido escucharla explicar la invasión napoleónica ante el cuadro de la Familia de Carlos IV de Goya.

Dos ideas sobre visitas a museos:

1. Han de ser breves y placenteras. Dos partes de 45 minutos pueden ser recomendables. No hay quien aguante la contemplación de más de 25 - 30 cuadros bien mirados, paladeados. El resto es empacho. Pretender "ver todo el museo" en una homérica visita de 3 ó 4 horas es una estupidez. Uno va a salto de mata, y no saborea los matices, no escucha el eco de los cuadros. Para eso es mejor quedarse en casa y ver los cuadros en Internet. Visitas breves y placenteras. Contemplar una decena de cuadros, intentar descubrir algún otro, y a casa. O al bar. A las personas que más arte saben en los museos normalmente las encontraremos en el bar.

2. Resulta divertido intentar describir los caracteres de los personajes pintados. Hice el ejercicio con la Condesa de Chinchón, y fue enriquecedor (esta frase es bastante pedante, pero oye). También conocí al vecino del Caballero de la mano en el pecho, todo un señor, aunque algo tristón, quizá porque como no es famoso nadie le hace mucho caso (le pasa lo mismo que a Andrés Iniesta: le falta glamour). Termino: impresionante el contraste entre las gordas de Rubens y los caballeros de El Greco, que están en salas adyacentes.

3 comentarios:

Pablo dijo...

muy interesante esta entrada. yes sir. Efectivamente, lo breve, si es breve dos veces mejor
fresh

maria jesus dijo...

Yo voy con frecuencia, quiero ver los cuadros del XIX que han expuesto ultimamente, suelo visitar a un pintor cada vez, aunque es dificil no quedarse colgada de algun cuadro en el camino. Saludos

Anónimo dijo...

viva Don Andrés