15 de septiembre de 2011

Ingenieros y médicos hasta en la sopa



De los treinta nuevos en el colegio mayor, creo que son más de 25 los que van a estudiar Medicina -qué envidia- o una ingeniería. Ningún filólogo. Ningún historiador. Ningún geógrafo. Ningún enólogo. Ningún músico. Ningún filósofo. Menudo aburrimiento.

Casi nadie estudia ya carreras inútiles, en el más alto sentido de la palabra. Somos muy buenos en las cuestiones penúltimas, tan propias de la formación profesional. (Ingeniero es un eufemismo de fontanero/albañil cualificado). Somos muy buenos en el hacer. Pero la verdadera universidad, el conocimiento más alto, no tiene que ver con el hacer, sino con el ser. Y como tal, no es servil, porque no sirve a un fin inmediato.

El día que un hijo mío me diga que quiere estudiar filosofía o filología probablemente un escalofrío me recorra el espinazo. Entonces tendré que demostrar la coherencia de mi pensamiento, tragar saliva, y decirle con un nudo en la garganta que me parece perfecto, mientras interiormente maldigo al profesor del instituto que le ha metido esa estúpida idea en la cabeza. Mientras tanto, no me resulta difícil decir que ojalá tuviéramos más soñadores, más filólogos, y menos gente práctica. Menos ingenieros.

4 comentarios:

Pablo dijo...

mucha tuerca suelta

maria jesus dijo...

El colegio mayor está lleno de buenos estudiantes, para tener acceso a esas carreras.

Entre los que son de letras, los mejores eligen carreras como semíticas o clásicas o filosofía pura y sus padres les intentan convencer para que estudien derecho, y a veces lo consiguen.

Me parece bien ese dicho de "estudia lo que te guste, para trabajar en lo que puedas".

Anónimo dijo...

¿"Menudo aburrimiento"? Cierta razón tienes, con tanto médico e ingeniero la biblioteca se llenará de gente estudiando y los pasillos estarán vacios de abogados, filólogos, historiadores y, en resumen, gente perdiendo el tiempo.
Si en dichas carreras hubiese un mínimo de exigencia, merecerían todo mi respeto. Pero la experiencia me ha enseñado que toda esa gente disfruta tanto la universidad, precisamente por el poco tiempo que le dedican. Más trabajar y menos vivir del cuento.

Criso dijo...

Mientras sigan existiendo tipos como el "Anónimo", la ignorancia seguirá apareciendo en escena día tras día. Se ha cubierto de gloria, un aplauso.

Conozco un tipo que recientemente se licenció, en Ingenieria de Caminos, Canales y todo lo demás; su trabajo ha dado sus frutos en tiempos dificiles, y ha fichado por una empresa grande, contrato indefinido y coche de empresa; eso si, sacó su carrera año a año y con notas mas que decentes.Y Lo digo, porque este tipo no se perdía un viernes noche, arrasaba la barra y la pista, y volvía a casa siempre con una sonrisa, amaneciendo el sábado con un sol de justicia.
Conozco además, un chico que se licencio en Derecho, en cuatro años,(siendo en cinco años lo estipulado) y ahora, para su "corta edad",ignorando "años sabaticos", intenta opositar a Registrador de la Propiedad. Creo que desde que empezó en la Universidad, no ha dejado de estudiar. Y es muy feliz, te lo garantizo.

Nadie dudará nunca de la importancia e impacto que tiene el estudio e investigación de las ciencias en nuestra vida; sin embargo, que error mas grande es despreciar el latín de Bachiller, la carrera de Filología, Historia, ...las letras, al fin y al cabo. Y nos levantamos un día y leemos a un científico ilustre (o a quien sea, da igual) escribir "valla" en lugar de "vaya", "haver", "ha + infinitivo" y demás perlas cada vez mas cotidianas; o no saber quien es Platón; o no saber la fecha de la Guerra Civil española; y entonces es cuando nos indignamos y le echamos la culpa a otros.Cerramos los ojos y dormimos tranquilos, porque claro, sabemos hacer ecuaciones diferenciales, y además, el corrector de Microsoft Word está para algo.

Siento decirte amigo "Anónimo", que personas "vividoras del cuento", las encontrarás en todos los ámbitos. Si es cierto que no es lo mismo pasear por una cafetería de Filosofía que por una de Arquitectura, no lo discuto, pero que error mas grande es generalizar. Para disfrutar de la universidad hace falta mucho más que no ir a clase, salir a fuego los sábados, y estudiar lo justo. Hace falta mucho más.

En cuanto a la exigencia, por supuesto que no es la misma para todos.¿ A caso ganará el mismo sueldo una profesora de guardería (viva Magisterio) que un Ingeniero Aeronáutico ? Creo que no se debe medir en "cuanto nos exigen",sino que tenemos que ver "cuanto estamos dispuestos a ser exigidos". Y eso es una cuestión individual, independientemente de lo que estudies.

Empieza respetando, y te respetarán, decía mi abuela. Mas respeto, y menos "vivir del cuento".