22 de marzo de 2013

Micra---


Tras una operación de rodilla, son muchos los pequeños baches que uno atraviesa en la recuperación. Pues bien, ayer me enfrenté a una sima insondable. Atravesé un momento duro, difícil, traumático. Y cuando pensaba que no había solución, cuando tenía ganas llorar, de llamar a mi madre, de correr a un hospital, alguien me recomendó una medicina. La compré. La usé. Funcionó.

He tenido ganas de buscar su web en Internet y mandar un mensaje de agradecimiento. He sentido la necesidad de hacerles llegar un donativo altruista de 50 €. Hubiera besado a su director general...

Desde aquí quiero rendir un caluroso tributo a los inventores del citado medicamento. Sin ellos, el mundo sería hoy un lugar más gris. Micra---, premio Príncipe de Asturias de la Concordia.

6 comentarios:

Anónimo dijo...
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Pablo dijo...

El tío de arriba está de acuerdo contigo.
Qué bueno que las cosas cumplan su fin y que vuelva 10 argumentos.

Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...
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Anónimo dijo...

Juantxo!
Me alegro de que vuelvas a escribir!

No sé a qué medicamento te refieres, pero como sabes a mí también me operaron de la rodilla... Estoy seguro de conocer la dura situación por la que has pasado, seguro que te has quitado un gran peso de encima.

Un abrazo!

Anónimo dijo...

Y ahora ya estás pataleando pelotas de fútbol...
Aquí te escribe un compañero de operación de rodilla que se operó poco después de ti, enhorabuena por el blog!
Un abrazo Juan
CP