26 de marzo de 2006
Las guerras carlistas. Ramón María del Valle-Inclán
Son unas novelas curiosas. El lenguaje es muy ágil y plástico... ciaertamente impresionista. Las descripciones de paisajes, brevísimas, muy certeras. Con la sucinta evocación de alguna sensación te introduce de forma magistral en las escenas.
La acción, sin ser superficial, queda en un 2º plano. Los hechos se narran con fuerte emotividad, sin entrar a disecciones psicológicas, y se suceden con rapidez. Sin embargo, la agudeza del autor nos lleva a penetrar en los espírius con gran facilidad. Más que describirnos personas concretas, a lo largo de las páginas Valle Inclán nos ofrece arquetipos o paradigmas de los diversos estratos sociales involucrados en la contienda: una monja de la nobleza, un capitán descreído, y un campesino pragmático, un soldado retirado, de casa solariega y blasonada...
Destaca también una atracción por las tradiciones, el amor a la tierra, y el lenguaje coloquial. Lo inmutable del hombre del campo.
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