12 de mayo de 2006

El Código da Vinci y yo

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(Me fumo un puro)

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Me fumo otro!!!!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Pos yo tambien no te jode!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!, en fin pienso que no hay que darle vueltas al tema, al fin y al cabo se trata de publicidad gratuita, mi opinion es que hay que ser autentico, si si me cago en las modas, me cago en dan brown, en tom hanks y en la madre que los pario a todos pero en fin yo tambien me fumo un puro, aunque me cabree.

Anónimo dijo...

no os olvideis de comprar otro puro para mi, empedernido fumador.

Anónimo dijo...

Hola a todos

Tan sólo alguien sin talento recurre a la táctica de moverse en la estrecha franja que separa la realidad de la ficción para escribir una obra. Dan Brown ha modelado elementos de veracidad histórica comprobada con situaciones completamente surrealistas para otorgar ese misticismo seductor como reclamo. Es una fórmula cuya éxito está garantizado. A las cifras y resultados me remito.

Sin embargo, entre los entendidos en la materia, la obra es -sin ningún tipo de reserva- un auténtico disparate. Entre este tipo de público el Sr. Brown ha quedado como un teatrero magnífico. Es lo que tiene apostar fuerte.

En todo este asunto sólo hay algo peligroso: la inocencia e ignorancia de mucha gente en estos temas. La manipulación está servida.

El problema es que no es solo una novela, es tambien un documento que pretende enseñar historia
contando verdades a medias.

Lo mismo ocurre cuando ves una pelicula guapa como gladiator, el contexto historico es real, los personajes son reales, pero se modela la trama al antojo del director. Con el Codigo Da Vinci pasa lo mismo, existió Maria Magdalena, existió Judas, existen los evangelios gnosticos y existe el Opus Dei. Pero el autor la configura a su gusto, con medias verdades y mentiras absolutas sobre un tema candente a nivel social, sembrando la duda y el rencor en aquellos que no tienen elementos de juicio para opinar. Esa es la clave.

Un saludo