Yo pensaba que los políticos estaban para servir a un país, no para servirse de él. Yo pensaba que la televisión estaba para informarse, no para deformarse. Yo pensaba que ser compatriota de alguien era un grado de complicidad, no un motivo de enfrentamiento. Yo pensaba que el deporte era para hacer amigos, no para sembrar enemistad.
Yo pensaba que beber vino era una buena forma de olvidar todos los desengaños anteriores. No una sustancia peligrosa.
Yo pensaba que beber vino era una buena forma de olvidar todos los desengaños anteriores. No una sustancia peligrosa.
Ahora… ¿qué me queda?
2 comentarios:
Afortunadamente queda lo mas importante y lo que nunca desengaña!
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