Joder, cómo pinchaba en el empeine la hebilla para cerrarlas. Y qué incómodo era andar con ellas por las piedras o caminos de tierra, se te metían piedrecitas y palitos en la planta del pié. Por otro lado, si eran heredadas -y siempre lo eran, unas "cangrejeras de primera mano" son un oxímoron- y te quedaban un poco grandes o un poco pequeñas, aquello era un auténtico sufrimiento. Y te dejaban la piel marcada. Además, no eran nada fashion, sino que recordaban un poco a verano azul y al Piraña, que si no me equivoco, tenía un par de cangrejeras blancas.
Pero bueno, a pesar de todo, las cangrejeras han sido parte de nuestra infancia. Desde aquí quiero rendirles un tributo sentido y conmovido, y animar a aquel que quiera a adquirir un lote de 20 pares -suficiente para abastecer a toda una familia durante dos o tres generaciones- por el módico precio de 5 € la unidad. No hay que dejar pasar esta oportunidad. Para efectuar este gesto de comunión con nuestros mayores, pincha aquí.
6 comentarios:
Hola Juanxoli:
Yo me preguntaba si las sandalias del lote de 20 cangrejeras por 5€ son de segunda mano, pues si no es así no me interesan, aunque quedaría satisfecho si las compras tu y al cabo de un mes de utilizarlas me las reenvías.
Además a mi me gustan de color rojo desteñido con la suela verde, cuestión de seguridad laboral.
Gracias por recordarnos aquellos fantásticos días de verano de nuestra juventud a los que por culpa de la censura y los racionamientos no pudimos disfrutar de unas chancletas de dedillo como las que llevan todos los giris por la calle.
Estoy de acuerdo, aunque yo tambien las recuerdo rojas... lo de la suela verde debia durarles solo un par de generaciones... yo las recuerdo rojas a secas.
Las antiguas, las de toda la vida, ahora sí son fashion, porque no se encuentran, pero llevas razón, eran incomodas a morir.
hace mucho que no escribeeeeeeeeeeeeesss!!!pon por lo menos una foto de tu sobrino si no se te ocurre nada mas!!jaj
A mi me encantaban... las he tenido de todos los colores pero las más eran azules, también heredé algunas pero gracias a que mi hermana era una destrozacalzado pocas llegaban en condiciones. Gracias a ellas podía ver cómo me iba poniendo morena (ya que SIEMPRE llevaba este calzado pero la mayoría de las veces no llevaba ni bikini... :S) Lo más triste fue cuando un año heredé las de mi padre y comprendí que a partir de ahí solo podría usarlas color carne, que eran taaan feas... :'( dejé de usarlas ese mismo año, era evidente que con ese número de pie, era mayor para ir descalza por la piscina, o la playa, o el río...
Mención especial se merecen unas rojas con suela blanca que han sido el calzado que más me ha gustado en toda mi vida (creo)
Sólo añadir que en mi tierra a eso se le llama fanequeras. Un saludo desde la ría de Arousa.
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