19 de abril de 2009

Our own navel



Detén a un universitario antes de entrar a clase y pregúntale por sus objetivos en la vida. Las ilusiones de algunos terminarán el sábado noche en los hielos de un on-the-rocks o entre los brazos de una amante –o una usuaria, término más preciso para este caso-. Otros, más inquietos, te hablarán de buenas notas, de buenas novias, viajes, trabajo, un buen coche, familia. De posición social. De ocio. No les preguntes mucho para qué? o y después?... encenderán su iPod o sufrirán un ataque catatónico.

Fíjate: casi ninguno te hablará de nada más allá de su propio ombligo –his own navel-, de su propio interés. Me pregunto qué porcentaje te mencionará algo por mejorar. Qué porcentaje te hablará de los más pobres, de su país, de la rana leonada, de la basura interespacial. Quién quiere cambiar algo. Pues mira: nadie. Nadie a riesgo de su poltrona.

Tenemos una crisis de ilusiones. Estómagos llenos y alma vacía. Somos unos jóvenes viejos, cínicos, gastados. Por favor, que alguien nos dé una bofetada.

4 comentarios:

maria jesus dijo...

No es cierto, hay muchos jovenes comprometidos con buenas causas.

Jorge A. Gómez Arismendi dijo...

"La utopía en estos tiempos ha sido relegada al espacio de la irracionalidad, de la fantasía extrema, donde entonces cualquier atisbo de pensamiento ideal o hacia el futuro -en cualquiera de sus vertientes- queda catalogado de causa perdida.

Hoy muchos reniegan de las causas perdidas, ya sea por vergüenza, o conveniencia política y académica. Otros tantos, las atacan despiadadamente, aunque sin decirlo, esencialmente por llevar consigo una visión revolucionaria constante, que plantea ver siempre más allá del orden vigente, y en definitiva de considerar la ruptura constante contra cualquier statu quo imperante y desigualdad en el tiempo.

Lo más importante, es que esas causas perdidas, esas utopías, son hoy más que nunca imperiosas para evitar caer en la utopía de creer que el orden vigente, muchas veces desigual e injusto, es lo máximo alcanzado, que es inconmensurable o inalterable en pro de algo mejor".

Rescatando las causas perdidas.

juanjomolina dijo...

hey, Juanxo! me alegro de que hayas vuelto a la carga con tus argumentos. Un saludo!!!!

Pablo P dijo...

En parte comparto tu opinión y en parte la de maria jesus. Hay de todo. Creo que el bofeón ya está llegando con la crisi... Por cierto lo de la rana leonada... supongo que será alguna especie del genero Discoglossus, tendré que investigarlo. Jeje.

Hala Madrid!