5 de la tarde. En un congreso de bioética un estudiantillo de tercero de filosofía perora sobre emociones, valores, principios, Max Weber, la dimensión axiológica, la capacidad estimativa y la protomoral. Inquietante esto de la protomoral. Y no sé si es que a mí me pesan en exceso los dos huevos fritos con patatas que me he comido, y por eso no entiendo nada, o que el estudiante es un pedante hablando de constructos intelectuales tan grandilocuentes como hueros. Pongo cara de interés, me llevo el índice a los labios en actitud reflexiva, entorno los ojos, y me sumo plácidamente en el sopor académico que reina en el salón de actos.
Antes de que me venza el sueño pienso en mi abuela: hay más sabiduría en dos huevos fritos y la siesta que en toda protomoral.
2 comentarios:
con un par...
siempre tan acertado querido Juanxo.
ale, un saludo
Muy, muy bueno, Juan. No puedo estar más de acuerdo contigo. ¡Cuanto gilipollas suelto! "Protomoral..." menuda mierda de término. Cualquier vocabulario escéptico para marear a la gente. No nos dejarán ir a nuestro aire, no... Oye, a ver si nos vemos. Un abrazo, Rafa.
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