31 de enero de 2014

Paradojas mañaneras



Mientras arranco el coche para ir a trabajar veo de reojo el escaparate de un nuevo negocio que se abrirá en mi barrio próximamente. "Belleza divina". "Contigo desde 2009".

Dentro hay ya unos operarios faenando, ultimando la reforma del local. Uno de ellos, algo rollizo, trabaja en cuclillas, mostrando al paseante la rajilla superior de sus generosas nalgas.

Belleza divina. Pues empezamos bien.

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