4 de mayo de 2017

Micontraseña25



Que caduquen los jarabes es lógico. Te venden botes generosos, y tras unas cuantas cucharadas lo dejas al fondo de la alacena hasta que siete años después te vuelve a entrar una tos persistente. Buscas el jarabe, y ya sólo dando vueltas al tapón te das cuenta de que aquello ya no está en buen estado, y puede llegar a matarte si lo ingieres. Lo que resulta llamativo es que normalmente no tiramos el jarabe, sino que lo empujamos de nuevo al fondo de la balda, no vaya a ser que en el futuro el jarabe recupere su tonicidad.

Que caduquen los yogures sucede.  Uno intenta evitarlo, pero lo cierto es que los de galleta y coco suelen quedarse para el final. A veces uno hasta se alegra de ver que el yogur de coco ha caducado y puede tirarlo a la basura sin remordimientos, y tomarse uno de fresa o plátano.

Lo que no consigo entender es por qué caducan las contraseñas. Es más, me parece indignante. Ya me parece mal tener que añadir carácteres extraños (*="/|) y números, lo que siempre hace más complejo el acceso. Ahora bien, lo de tener que cambiar la contraseña de acceso a mi ordenador y a mi correo del trabajo, porque la misma caduca cada equis tiempo, me parece una imposición fascista de los técnicos informáticos. Además, no creo que con esta medida eviten el hackeo de mi email por parte de presuntos piratas tecnológicos, porque como el 99% de los que sufrimos esta imposición del cambio recurrente de contraseña, lo único que hago es subir un número el final de mi contraseña. Creo que voy por micontraseña25.

Así que con que el pirata tenga un pelín más de paciencia, y haga un intento más para desbloquear mi correo, de todos modos lo conseguirá.

Concluyo con una llamada a la acción: Digamos basta a la imposición del absurdo cambio de contraseña recurrente. No permitamos que los expertos en seguridad tecnológica nos obliguen a hacer un trabajo que deberían hacer ellos, y a suplir con nuestra sobrecargada memoria su incompetencia frente a más que dudosos asaltantes.

1 comentario:

Luis María Sancho dijo...

Hola Juan:
Te volví a seguir hace unas semanas, y desde entonces me he leído bastantes de tus entradas antiguas y me he convertido en fan number one. Gracias, porque me han alegrado bastantes ratos muertos (la entrada del grillo la tengo particularmente grabada en la memoria).
Pues eso, que te sigo de cerca.
Amunt