Cuando en la oración de los fieles el sacerdote nos pidió que rezáramos "para que los políticos cumplan sus promesas" preferí quedarme callado. Y es que no son ni una ni dos las promesas de nuestros políticos que me gustaría ver incumplidas. Que rezo por ver incumplidas.
Preparando esta entrada me he acordado de Gómez Dávila, cuando dice que el fracaso del progreso no ha consistido en el incumplimiento, sino en el cumplimiento, de sus promesas.
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