Se describe muy bien la vida de primitiva comunidad cristiana en la Ciudad Eterna, donde se encontraban San Pedro y San Pablo. De lo mejorcito de la novela son un par de personajes muy bien definidos: Petronio, patricio romano inteligente y epicúreo, y Chillo, filósofo pícaro, ocurrente y advenedizo.
El año pasado me leí Los asesinos del emperador, sobre la llegada al poder de Trajano. Ambos libros ayudan a comprender mejor la historia y el funcionamiento de Roma en el siglo I. Para quien visite la Urbe o quiera comprender mejor cómo se organizaba el imperio romano, resultan dos libros muy interesantes.
1 comentario:
Infumable, Mtnez.
Drulo.
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